Un ataque del Ejército yugoslavo contra Split dificulta el rescate de los niños de Dubrovnik
ENVIADO ESPECIAL, Un inesperado ataque de la Marina federal yugoslava contra el puerto croata de Split, el primero de este ya largo conflicto, creó dificultades en la travesía del buque Slavija, que el jueves salió de Dubrovnik con 5.000 refugiados, y retrasó la misión simbólica del hidrofoil Krila Dubrovnik, fletado por la Comunidad Europea (CE) y la Unicef El Siavija, con su carga sufriente de niños, mujeres y ancianos, no pudo detenerse en Split para abastecerse de agua y el Krila llegó a estar bajo el fuego de las baterías serbias.
Los dos barcos navegaban en dirección contraria. El Slavija zarpó de noche del puerto montenegrino de Zelenika -hacia el que fue obligado a derrotar para que el Ejército federal lo controlara- con rumbo a Rijeka. El Krila, con capacidad para sólo 123 personas, salió de Rijeka a las 6.00 horas de ayer para Dubrovnik. A bordo iban la ministra italiana para la Inmigración, Margherita Boniver; el ministro francés de Asuntos Humanitarios, Bernard Kouchner, y el director general de la Unicef, Staphan di Mistura.Antes de zarpar, la ministra italiana reconoció que la misión de rescate de refugiados de Dubrovnik organizada por la CE y la ONU había quedado reducida a un mero símbolo. Los ministros llegarían a la ciudad sitiada con las manos vacías y recogerían al centenar de personas que admite el hidrofoil. El símbolo, explicó Boniver, podría ser el inicio de un pasillo permanente que quedaría abierto a otros buques mayores, incluido un barco hospital, que espera en Italia. Pero la ministra dio a entender que no las tenía todas consigo porque una cosa es lo que se negocia con Slobodan Milosevic, el presidente serbio, en Belgrado y otra lo que luego hace la Marina federal.
Fue una premonición. A las 12.20 horas, la radio de control de Rijeka captó los gritos desesperados del capitán del hidrofoil, que trataba decontener un ataque serbio haciendo valer la categoría de sus pasajeros. El Krila se encontraba entonces al pairo de la isla de Solta, a la altura de Split. Y en el control de Rijeka se sabía también que la guarnición croata de Molat, al norte, había pedido al capitán del Krila que detuviera su marcha porque, en Split, la Marina disparaba.
El ataque contra Split, a unos 400 kilómetros al sur de Rijeka y a mitad de camino de Dubrovnik, comenzó de mañana por motivos poco claros. La televisión croata dijo que era en represalia por el hundimiento de una motonave que los serbios atribuían a saboteadores croatas. Pero también se sabía que los federales habían amenazado a Split con este ataque si no cesaba el cerco a un cuartel de la ciudad. Las imágenes transmitidas demostraban, en cualquier caso, que se disparó abundante artillería. Se hablaba de heridos y muertos, pero no fue posible confirmar cifras.
Ninguno de estos disparos alcanzó al hidrofoil de la CE, que, una hora más tarde, se detuvo en la isla de Korcula, cerca ya de Dubrovnik, para que: los ministros informaran a sus. respectivas capitales. Allí seguían al comenzar la tarde.
El cierre del puerto de Split fue quizá más grave para el Slavija. El jefe de la misión de la CE en Zagreb informó por la mañana de que el buque, con una capacidad teórica de 1.200 pasajeros transportaba efectivamente cerca de 5.000 personas, muchas de ellas heridas o enfermas. Por radio, llegó más tarde la noticia de que el pasaje había aumentado ya que una mujer había, dado a luz un niño, que pesó 4,800 kilogramos y fue bautizado por el capitán con el nombre de Slavko.
Para los fugitivos del Slavija, el puerto de Split representaba la posibilidad de descongestionar su buque, dejando allí a parte del pasaje, y, sobre todo, de abastecerse de agua. No fue posible. En Ríjeka, el Centro de Asistencia Social seguía la singladura del barco y se preparaba para recoger a esta nueva oleada de refugiados en una región que ya aloja a otros 24.000. Tony Stenberger, responsable de la coordinación regional de ese centro, sólo había encontrado unas 3.000 camas hacia las 15.00 horas. A última hora de ayer se informó que el Slavija antes de llegar a Ríjeka a primeras horas de la noche de hoy se detendrá en Pula (Istria), y en las islas de Cres y Rab, donde descenderá una parte de los refugiados.
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