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Entrevista:

"¿Para qué queremos un Ejército en Europa?"

Antonio Caño

lowa es la tierra natal de Tom Harkin y el Estado por el que ha sido elegido senador por el Partido Demócrata en dos ocasiones consecutivas. A sus 51 años, Harkin es actualmente el personaje más popular en el Estado en el que nació John Wayne y en el que el célebre bandido Jesse James asaltó el primer tren.Recientemente, llenó sin dificultad el salón de actos de la Universidad de Iowa, en lowa City, con un par de miles de jóvenes entusiasmados con sus cualidades como orador. "Si quieren seguir gastando miles de millones de dólares de su dinero para defender a Europa de la URSS, voten por Bush; pero si quieren invertir ese dinero en América para mejorar las cosas en América, entonces voten por Harkin" pidió antes de quedarse en mangas de camisa para rematar una alocución apasionada que nadie más en este país se atreve a pronunciar.

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"Siento la necesidad de un cambio", afirma en una posterior conversación con EL PAÍS "La gente quiere un cambio. La política de Bush no puede continuar. Algo está ocurriendo en este país. La gente está lista para respaldar a un líder en el Partido Demócrata que hable con firmeza y con claridad de los problemas a los que hacemos frente".

Católico, abogado, hijo de una emigrante de Eslovenia y de un minero de lowa, Harkin ha sabido siempre lo que es trabajar duro para disfrutar ahora de un puesto en la política nacional y de un barco con el que poder descansar en el Caribe. Ha sido durante años el abogado de las causas perdidas, y él mismo ha perdido muchas veces tratando de defender lo que nadie defendía. Su última derrota ocurrió hace unas pocas semanas, cuando presentó en el Senado un proyecto para destinar a programas de salud 3.000 millones de dólares del presupuesto de Defensa.

A Harkin le gusta recordar que cuando él vino al mundo no había médico en su pueblo, y que han sido los presidentes demócratas los que, desde entonces, han hecho este país grande. "Yo me defino como un demócrata tradicional, que tiene una base populista y que recoge el legado de lo que el Partido Demócrata ha hecho en el pasado. Un demócrata que reconoce la importancia de invertir en el crecimiento, en la infraestructura de América y que piensa en el bienestar, en la mejora, de la mayoría de la población, no sólo de unos cuantos privilegiados". Pregunta. ¿Usted cree que ese mensaje tiene vigencia en un mundo que parece girar hacia el conservadurismo?

Respuesta. Yo creo que sí. La gente ha empezado a darse cuenta de que no se puede seguir con nuestra economía encogida y tener, al mismo tiempo, una sociedad justa. Simplemente, no se puede. Tenemos que expandir nuestra economía. Los que dicen que existen límites para nuestro crecimiento realmente tienen una visión muy limitada. Hay otros caminos para crecer. Yo creo que existe la oportunidad para un nuevo movimiento en Estados Unidos y en el mundo entero. Lo que hemos visto hasta ahora es el final de la guerra fría, pero lo que vamos a ver a partir de ahora en adelante es que la gente va a demandar cambios sustantivos. Por eso es por lo que creo que el mensaje del que estoy hablando está comenzando a resonar en EE UU.

Un izquierdista

P. Dicen que usted es un izquierdista.R. No, en absoluto. Yo estoy en la misma tendencia que Franklin Roosevelt, Harry Truman y John Kennedy. Estoy diciendo las mismas cosas que ellos dijeron. Quiero hacer las mismas cosas que ellos hicieron.

P. Y si usted no es izquierdista, ¿quién está a su izquierda en esta campaña electoral?

R. Es que el espectro político en EE UU no es de derecha a izquierda; es de arriba abajo. George Bush y la gente como él están arriba. Pero la mayoría de la población de EE UU no está arriba, está en la mitad. Y ahí es donde yo estoy, en la mitad.

Los republicanos afirman que les gustaría que Harkin ganase la nominación demócrata porque sería un contrincante fácil para el presidente Bush, pero algunos observadores estiman que si Harkin gana en lowa, como se espera, y su discurso empieza a prender entre los votantes, el senador podría convertirse en una de las sorpresas del siglo.

"Yo creo que Bush es vulnerable por lo que está ocurriendo en la economía norteamericana. Nuestros Estados están pasando por momentos difíciles. Tenemos bancarrotas por todo el país. Nuestra población está pagando cada vez más impuestos y recibiendo menos a cambio. Bush no está prestando suficiente atención a nuestro país. Es un presidente para la política exterior; eso es lo que le gusta, con eso es con lo que disfruta. Pero yo digo que ahora los norteamericanos están listos para tener un presidente que comprenda que no podemos ser fuertes en el undo, a menos que seamos fuertes en casa".

La propuesta electoral de Harkin es elemental: preocuparse más de potenciar la educación, la salud, de combatir el desempleo, gastar más en programas sociales. Sus rivales siempre preguntan de dónde sacará el dinero para hacer eso. Siempre responde que d el presupuesto militar.

"¿Para qué queremos a nuestro Ejército en Europa? ¿De quién queremos proteger a los europeos? ¿De quién hay que proteger a España? ¿De Francia? ¿De Portugal? No tiene ningún sentido. La URSS no va a invadir Europa. Ya no existe Alemania del Este, sólo Alemania. El mundo ha cambiado, pero nosotros no estamos cambiando al mismo tiempo. George Bush no está cambiando porque su mentalidad es todavía la de la guerra fría. Simplemente no entiende que tenemos que cambiar".

Su esposa, Ruth, a la que le unen 23 años de matrimonio, es su principal asesor. Pese a su formación católica, Harkin es partidario del divorcio y de la libre elección de la mujer en los casos de aborto.

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