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El Ejercito federal se prepara para entrar en Dubrovnik

Dubrovnik fue sometida ayer, por segundo día consecutivo, a "una de las batallas más feroces desde el comienzo de las operaciones bélicas en esta zona", estimó la agencia yugoslava Tanjug. Bombardeando desde tierra, aire y mar, el Ejército federal lanzó una gran ofensiva para destruir la última resistencia croata en tres colinas que rodean la ciudad: Srdj, Bosanka y Nuncijata. Por segunda vez desde el inicio del largo asedio a esta ciudad, las fuerzas armadas utilizaron la aviación para bombardear Srdj, dañando el sistema de comunicaciones.

Después de 40 días de asedio por tierra y mar, sin luz ni agua, Dubrovnik fue privada así de su única vía de comunicación con el mundo exterior: el teléfono.El primer balance oficial de los combates fue de cuatro muertos y 12 heridos en Dubrovnik, mientras seis soldados federales resultaron muertos y 17 heridos. El hotel Belvedere, el más lujoso de Dubrovnik, ubicado a los pies de la colina de Zarkovica, desde donde el Ejército ataca con artillería pesada, fue incendiado.

Varios hoteles en la península de Babin Kuk, repletos de refugiados, fueron nuevamente alcanzados por los morteros. Numerosos yates en el puerto de Gruz ardieron.

El capitán de fragata Milan Zec, uno de los responsables de la ofensiva militar, declaró ayer, por primera vez, que la entrada del Ejército en Dubrovnik podría ser inminente. "Es necesario llevar el combate hasta el final", afirmó mientras un espeso humo negro se alzaba detrás de las murallas.

Por otra parte, Zagreb ordenó a las autoridades de Dubrovnik decretar la movilización general. Más de 60.000 personas están concentradas en la histórica ciudad. El término municipal abarca 160 kilómetros de franja costera, pero tras el avance del Ejército la población se ha concentrado en la ciudad. Las autoridades croatas saben, sin embargo, que Dubrovnik no se puede defender. La ciudad está enclavada entre la montaña y el mar, ambos controlados por el Ejército, y su defensa se convertiría en un baño de sangre.

La batalla de Dubrovnik pone al descubierto las intenciones de las dos partes. El Ejército no tenía motivo alguno para emprender la marcha hacia esta ciudad, puesto que no alberga cuarteles militares bloqueados, y la población serbia constituye sólo un 7% del total de sus habitantes. De ahí que las fuerzas armadas emprendieran en la zona de Dubrovnik una verdadera guerra de conquista, dejando la devastación tras de sí. Así, más de 100 reservistas montenegrinos fueron detenidos tras destruir, saquear y borrar del mapa varios pueblos en KonavIe, zona agrícola de Dubrovnik desde los tiempos de la república.

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Argumento para presionar

Por su parte, las autoridades croatas utilizan Dubrovnik y sus víctimas como argumento para presionar a la comunidad internacional a que reconozca Croacia. Sabiendo lo difícil que es defender militarmente la ciudad, la Guardia Nacional croata desplegó cañones aislados cerca de las murallas del casco viejo y en las zonas residenciales. A cualquier disparo de los cañones desde la ciudad, el Ejército responde con el bombardeo de morteros golpeando las zonas protegidas por la Unesco y destruyendo numerosos objetivos civiles.

Los habitantes de la ciudad se sintieron tanto más castigados por la decisión de Zagreb de decretar la movilización general puesto que hay pocas armas a distribuir. El grueso de la defensa de Dubrovnik lo asumen los .hombres de las montañas de Herzegovina y de otras partes de Croacia. Dubrovnik no tiene tradición guerrera, y muy pocos de sus habitantes se alistaron en la Guardia Nacional.

Además, su gente es étnicamente croata, pero tradicionalmente sólo se siente vinculada, cultural y sentimentalmente, a su propia ciudad, cuya historia es muy distinta a la de Croacia, yaque está marcada por un largo periodo de independencia. "No sé si detesto más al Ejército que nos bombardea o a las autoridades de Zagreb que nos utilizan como carne de cañón", dijo a esta corresponsal un intelectual de la ciudad.

El Ejército, por su parte, ofrece la rendición tal como la acep tó Cavtat, un pueblo a 20 kilómetros al sur de Dubrovnik. No hubo combates ni muertos, y la población vive hoy bajo el régimen militar sin posibilidad de salir del pueblo. Las autoridades civiles de Dubrovnik, cuyo margende decisión es limitado -por una parte deben obedecer a Zagreb y por otra al comando de la Guardia Nacional croata, que ignora las competencias del poder civil- están así obligadas a escoger entre la sangre y la destrucción o la rendición humillante.

La situación de la Guardia Nacional no parece más favorable en Vukovar, otro foco importante de resistencia. El comandante de las fuerzas croatas en la zona mandó un mensaje a Zagreb asegurando que la ciudad estaba a punto de caer y criticando a las autoridades por no haberle mandado más refuerzos.

'Cascos azules'

Por otra parte, las autoridades croatas reaccionaron ayer a la propuesta formulada por el bloque serbio de la presidencia colectiva de enviar cascos azules de la ONU como fuerzas de interposición. El ministro croata de Información, Branka Salaj, aseguró que estaba a favor de tal despliegue, pero con la condición de que se realice sobre las fronteras anteriores entre las repúblicas, lo que obligaría al Ejército federal a abandonar todas las zonas ocupadas de Croacia.

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