La nueva estrategia de la Alianza
Éstos son los objetivos principales fijados en la declaración adoptada al final de la cumbre de Roma por los 16 jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica:Relaciones con la URSS y con los otros países de Europa central y oriental. Establecer relaciones más institucionales, consultas y cooperación sobre cuestiones políticas y de seguridad. Invitar a los ministros de Exteriores de los seis antiguos miembros del Pacto de Varsovia y de los tres Estados bálticos a una reunión con sus homólogos de la OTAN en diciembre próximo, en Bruselas, para definir esta nueva asociación, que podría denominarse Consejo de Cooperación Noratlántico. Los principales terrenos de cooperación con el Este deben ser: planificación de la defensa, concepción democrática de las relaciones entre civiles y militares, coordinación de la gestión del tráfico aéreo y reconversión de la industria de defensa.
Papel de la defensa europea. Consolidar el lazo transatlántico entre EE UU y Europa en el seno de la OTAN. La OTAN sigue siendo el foro esencial donde los aliados se consultan para aplicar sus compromisos de defensa mutua. Se acoge con satisfacción la perspectiva de un reforzamiento de la UEO como componente de defensa del proceso de unificación europea y como medio de consolidación del pilar europeo de la Alianza.
Reforzamiento de la CSCE. Se sugiere la modificación de la regla de consenso que se aplica a las decisiones entre los 38 países miembros de la CSCE. En caso de "violación caracterizada, flagrante y persistente" de los compromisos de la Carta de París por uno de los países miembros, la CSCE debería poder adoptar las decisiones necesarias sin el consentimiento del país afectado.
Control de armamentos. Los aliados desean la ratificación y aplicación rápida del acuerdo START y del acuerdo FCE (desarme convencional en Europa). Para la continuación de las negociaciones FCE, se sugiere la reducción de las fuerzas armadas al nivel más bajo posible y compatible con las necesidades de seguridad legítima de los diferentes países, y el favorecimiento de una mayor transparencia sobre las fuerzas armadas y las políticas de defensa.
Apoyo a la creación por parte de la ONU de un registro universal y no discriminatorio de los traslados de armas convencionales. Se considera esencial que el año próximo se establezca una convención sobre la prohibición internacional, global y efectivamente verificable de las armas químicas.
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