Los guardaespaldas de Imelda deben abandonar Filipinas
Los 14 corpulentos guardaespaldas norteamericanos de Imelda Marcos deberán abandonar hoy Filipinas después de tres agotadoras jornadas repartiendo codazos, empujones y patadas en la espinilla con visado de turista. Franklin Drilon, secretario ejecutivo de la presidenta Corazón Aquino, declaró que el equipo de seguridad estadounidense no cuenta con el preceptivo permiso de trabajo."Su presencia aquí es un insulto, ya que en el país hay suficientes empresas de seguridad para ser contratadas".
Los expeditivos métodos y malas maneras de los hombres de la compañía neoyorquina Vance International Investigative Services Incorporated, propiedad de Charles Vance, yerno del ex presidente norteamericano Gerald Ford, muchos de ellos ex agentes del FBI y todos rondando el metro ochenta de estatura, habían sido denunciados por los principales periódicos de Manila.
Agresión a periodistas
Uno de ellos, de pelo engominado y compostura de galán, asió por el cuello a un reportero de Radio Veritas y, sin alterar el orden de las guedejas, lo sacó de la sala judicial de Quezon City, donde Imelda Marcos estampaba sus huellas dactilares y pagaba la fianza que evitó su arresto.La viuda del ex dictador negó ayer la mayor parte de las brutalidades, atribuidas a sus antipáticos empleados, ni que cobren 600 dólares diarios, tal como indicó el secretario de Corazón Aquino.
Andrea Domingo, jefa del Departamento de Inmigración y Deportación, afirmó que los escoltas de Imelda, que ayer continuó su triunfal desembarco en Filipinas saludando a sus simpatizantes, afirmó que la compañía de seguridad hizo caso omiso de sus requerimientos para solicitar un permiso de trabajo que de todas formas hubiera sido denegado, según reconoció Drilon.
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