La ONCE presiona para reducir las comisiones por ventas del cupón
La ONCE está presionando a sus vendedores para reducir una parte de las comisiones que perciben por las ventas del cupón. El director general de la entidad, Miguel Durán, ha propuesto también a los sindicatos que los vendedores entreguen a la organización la totalidad de la recaudación diaria, incluidas las comisiones que actualmente se quedan sobre las ventas de cada jornada, que les serán abonadas mes a mes.
Fuentes sindicales de la ONCE han evaluado en 25.000 millones de pesetas el aumento de liquidez que la organización conseguiría si se aceptara este sistema de cobro. Actualmente, ese dinero no pasa por las manos de la ONCE, porque es el monto de lo que se quedan los vendedores como comisión diaria. La entrega cotidiana de las ventas del cupón incrementaría la liquidez de la ONCE y permitiría un mayor margen de utilización financiera de estos fondos.Las negociaciones de Durán con los sindicatos comenzaron el 9 de octubre pasado. EI director general expuso claramente la decisión de llegar a fin de año habiendo conseguido el máximo de recaudación pactado con el Gobierno -300.000 millones de pesetas- y que algunas fuentes consultadas afirman que no se logrará si no se revitalizan las veptas en losdos últimos meses de 1991, especialmente los viernes. La actual campaña publicitaria de la ONCE, que no coincide con novedad alguna en el cupón, está destinada a favorecer tales objetivos.
En esa misma sesión, Durán pidió también una reducción de las comisiones que cobran los vendedores. Éstos últimos perciben el 20,8% por las primeras 24.000 pesetas que venden, y el 15% de lo que sobrepasa esa cifra. La reforma pretendida por Durán consiste en mantener el 15% para el tramo de ventas comprendido entre 24.000 y 60.000 pesetas, y reducir al 10% la, comisión a partir de esta última cantidad, es decir, para los cupones que superen los 600 diarios por trabajador.
A cambio del esfuerzo de ventas, Durán ha ofrecido me joras en la asistencia sanitaria los trabajadores, por medio de un acuerdo con la Seguridad Social para convertir a ONCE en entidad colaboradora de aquella. Eso elevaría la prestaciones que antes se ofrecían a través de la Caja de Previsión Social de la entidad, según ha informado Gabriel Lizoaín, presidente de la Unió de Trabajadores de la ONCE (UTO), en carta dirigida a lo afiliados.
En una reunión posterior los representantes de la ONCE propusieron cambiar el sistema de cobro de los vendedores
Cada día, éstos últimos se quedan con las comisiones de todas las ventas que exceden las primeras 24.000 pesetas: Durán pretende que renuncien a ese ritmo de cobros y entreguen la recaudación íntegra. A fin de mes se les abonaría lo que les correspondiera. Esta mejora de liquidez en manos de la tesorería de la ONCE supondría otras contraprestaciones para los trabajadores.
De no aceptarse las propuestas del órgano ejecutivo, la ONCE no pondría en marcha el sistema sanitario antes explicado. Y si los 22.600 vendedores no colaborasen en el grado deseado para el objetivo esencial de incrementar la recaudación, la ONCE aumentaría la plantilla -con la reducción previsible de ingresos que eso representaría para los trabajadores actuales-, según advirtió la dirección a los sindicatos. Es inminente una tercera sesión negociadora.
UGT al fondo
El intento de corregir las comisiones se enmarca en un plan para reducir la espiral que su pone ligar un incremento fuerte de las retribuciones de los vendedores a un aumento serio de las ventas. Parece que todo este proyecto es independiente de que el Gobierno autorice o no la modalidad conocida como abono-cupón, que fue protestada por una gran parte de los vendedores y prohibida por la Administración en junio.Fuentes de los vendedores dicen que no ven próxima la instauración del abono-cupón, por el "poco eco" que ha encontrado en la Administración la nueva solicitud realizada por la ONCE para ponerla en marcha, que lleva ya dormida dos meses en el Ministerio de Asuntos Sociales.
También señalan que el abono-cupón será instaurado sólo en el caso de que exista un "acuerdo total" con los sindicatos. En la ONCE no quieren nada que aumente el deterioro, que sufre el ejecutivo de la organización. Cobra así más sentido el proceso de integración de los 10.000 trabajadores de UTO, sindicato considerado próximo al grupo dirigente de la ONCE, en la central UGT (véase EL PAÍS de 29 de septiembre de 1991). Ese proceso avanza en paralelo con las negociaciones de Durán antes descritas.
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