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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Merienda de blancos

Estrenada en Madrid la película 'Delicatessen'

Delicatessen es el título de una película que es francesa pero no lo parece; que pertenece al género fantástico y, a juzgar por los premios y críticas cosechadas es, de verdad, fantástica; que toma su nombre de una carnicería en la que su propietario, por hambrienta necesidad, caza, corta y prepara delicatessen con seres humanos, organizando una surrealista merienda de blancos... El filme, dirigido a cuatro ojos y manos por Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, se estrenó anoche en Madrid, en presencia de uno de sus directores, Jeunet, y del protagonista, Dominique Pinon.

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"Debe ser horrible esperar 10 años para hacer una película que luego, una vez estrenada, pase sin pena ni gloria", dice con sorna Jean-Pierre Jeunet. Director, junto con Marc Caro, de Delicatessen, éste es precisamente el primer largometraje que han conseguido hacer ambos tras una decena de años realizando cortometrajes juntos.Pero su Delicatessen no sólo no ha pasado sin pena ni gloria sino que ha conseguido un millón de espectadores en Francia y varios premios en festivales internaciones, entre ellos el Hugo de Oro de Chicago y el de Nuevos Realizadores de Tokio. Además de ser candidata a la mejor película joven en los Premios Europa, se llevó los galardones a la mejor dirección, actor, banda sonora y de la crítica en el último certamen de cine fantástico de Sitges.

"La paradoja es que tardamos casi tres años en conseguir financiación", explica Jeunet, "porque nuestra película no tiene nada que ver con el cine francés actual, lleno de literatura y basado en ilustrar las palabras, en lugar de ser visual". Finalmente, el filme fue producido por Claudie Ossard (Betty Blue), con un presupuesto de 20 millones de francos, alrededor de 400 millones de pesetas. "Baratísimo", dice Jeunet, "lo que ocurre es que decidimos hacer que toda la acción se centrara en un edificio, para que así fuera más barato. Además, lo teníamos todo organizadísimo y dibujado hasta el mínimo detalle".

¿Qué es Delicatessen? Su codirector, de 38 años de edad, no quiere definirla. Sólo apunta: "Una comedia fantástica en la que la imagen no está al servicio de la palabra sino al revés. Hemos puesto nuestros fantasmas y las épocas que nos gustan: las músicas y el cine de los años cuarenta. Pero no hay que buscar explicaciones filosóficas ni simbolismos al canibalismo que retrata. Que el espectador imagine lo que quiera".

Precisamente lo que no le falta a esta película es imaginación. Sin destriparla del todo, un breve resumen: ambientada en época indeterminada, que igual pueden ser los años cuarenta que un presagio del futuro posnuclear, relata las desventuras de los habitantes de un edificio en cuya planta baja hay una carnicería de nombre Delicatessen. No hay comida, y el carnicero, que también es el dueño del edificio, se dedica a poner anuncios para, mediante la oferta de un empleo, reclutar víctimas que acaban convertidas en comestible devorado sin pudor por todos los vecinos.

A tal lugar llega un prestidigitador en paro y, entre tan peculiares vecinos que se lo quieren comer, encuentra a una especie de Blancanieves, la hija del carnicero, que le ayuda.

A caballo entre las antiguas fantasías de Meliés y los modernos cómics de la satírica revista francesa Hara-Kiri, Delicatessen es, como poco, un cuento surrealista europeo para adultos. "Bueno, en eso sí estoy de acuerdo", dice el director Jeunet.

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