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600 investigadores denuncian que el ajuste presupuestario supone la paralización del CSIC

La congelación del presupuesto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para 1992 "a niveles idénticos a los de 1988 suponen la paralización de esta institución", según se afirma en un informe de la Asociación de Investigadores del Consejo, que reúne a 600 de sus 1.800 científicos. Por su parte, Elías Cereres, presidente del CSIC, considera que el presupuesto permitirá un "modesto crecimiento". Este ajuste es paralelo al que se registra en la inversión pública en ciencia y tecnología en España, aun cuando no se ha alcanzado el objetivo del 1% del PIB.

Ernesto García López, presidente de la Asociación de Personal Investigador (API) del CSIC, se pregunta: "¿Serían capaces los científicos de otros países de investigar en nuestras condiciones, sin medios, sin ayuda de personal de apoyo, teniendo que solucionar personalmente los problemas burocráticos y de financiación?". La API acaba de preparar el documento La investigación científica española ante el reto europeo, en el que se denuncia que la congelación de presupuestos y de plantillas son los problemas centrales que afronta el CSIC. La misma crítica hace Emilio Criado, investigador del CSIC y representante de CC OO en el Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología.España ocupa el puesto 21º, por países, por gasto en investigación, con un 0,82% del PIB para 1991, seguida de Turquía y Portugal, según el documento que acaba de realizar la API del Consejo. El gasto español en I+D bajará en 1992 al 0,75%, afirma Criado.

31.000 millones

Por su parte, Elías Cereres, presidente del Consejo, afirma en una carta enviada el pasado día 30 a todo el personal del CSIC: "EL presupuesto del CSIC para el año 1992 es de 31.900 millones de pesetas, superior en un 4% al presupuesto de 1991, que fue de 30.697 millones". La inflación en 1991 será superior al 5%. "Pero en ese 4% no hemos computado los ingresos por programas de la Comunidad Europea, que están aprobados y garantizados desde el martes pasado", explica Cereres, que añade: "No hay un gran crecimiento, pero tampoco congelación de los presupuestos".El presidente del CSIC afirma que este organismo no está limitado por los ingresos, aunque tal vez lo esté "por el número de vacantes de nuevo personal investigador, y vamos a intentar conseguir más para el año que viene". Cereres comunica en su carta que en 1992 se van a cubrir 192 plazas en todas las escalas, de las cuales 97 son reposición de jubilaciones.

"El envejecimiento de la plantilla del CSIC es, junto con la congelación de inversiones, el problema más grave", explica Ángel Pestaña, profesor de investigación del CSIC, quien define la actual situación del mismo como "de espera". "Esto supone una amenaza peligrosísima a medio plazo", dice. Según él, esta cuestión había empezado a superarse en los últimos años, cuando se inició una fuerte política de formación de investigadores jóvenes, ahora paralizada. "Entramos otra vez en una situación de recesión sin que se haya curado el mal", dice Pestaña. "Lo grave es que toda la gente que hace cuatro o cinco años, en todo el periodo de expansión del Consejo, recibió formación investigadora se encuentra ahora fuera de los programas científicos en España", agrega.

El documento de la API recuerda que España cuenta con seis investigadores por cada 10.000 habitantes, mientras que este parámetro es del orden de 13 para Francia, 16 para Alemania y 25 para EE UU. El ajuste presupuestario afectará a la puesta en marcha del Centro Nacional de Biotecnología.

El Estado invertirá en 1992 7.500 millones de pesetas menos en I+D que este año (201.500 millones de pesetas frente a 209.000 millones en 1991). "Pero esperamos que el gasto del sistema en I+D crezca en 50.000 millones de pesetas a cuenta de la inversión de la empresa, pública y privada, y de los programas de la CE", ha explicado un portavoz de la Secretaría de Estado de Universidades. "Parece claro que los agentes económicos españoles no han acertado a comprender todavía la existencia de una relación directa entre el crecimiento económico y la asignación de recursos suficientes a I+D", concluye el documento de la API.

Y cita la advertencia recogida en diciembre del año pasado por el diario The Wall Street Journal: "En 10 años habrá dos tipos de españoles: los que trabajen para empresas multinacionales y los que sean camareros".

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