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Hacienda tendrá más poderes para investigar las cuentas bancarias

Hacienda y, el sector financiero vuelven a estar enfrentados por el secreto bancario. El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1992 pretende ampliar las facultades de la inspección fiscal para exigir información a bancos y cajas de ahorro, lo que ha provocado la inmediata reacción del sector, que estudia pasar a la acción con todos los medios a su alcance. La historia se repite, mientras el fisco quiere cerrar el cerco al dinero negro.

Bancos y cajas de ahorros se preparan para emprender una nueva batalla en defensa del secreto bancario. Y probablemente para perderla, como viene sucediendo desde que en 1986, el Gobierno socialista inició su campana contra el fraude fiscal. En esta ocasión, el motivo de la disputa surge de una modificación en materia de inspección fiscal introducida en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1992, por la que se incrementan las competencias de los inspectores para requerir información a la banca. El artículo 84 del proyecto, que endurece las condiciones para la utilización del Número de Identificación Fiscal (NIF), establece prerrogativas para que los inspectores puedan exigir información a bancos y cajas.Inspección fiscal

En su último párrafo dice: "Todos los datos relativos a los movimientos de las cuentas, cualquiera que sea. su denominación y naturaleza, que utilicen las entidades o establecimientos de crédito para reflejar operaciones activas o pasivas, incluidas las de carácter transitorio, así como para reflejar la operatoria de los cheques, tendrán carácter de información de trascendencia tributarla a los efectos previstos en el artículo 111 de la Ley General Tributaria".

En otras palabras, lo que dice el Gobierno es que a partir de la entrada en vigor de los Presupuestos de 1992, Hacienda podrá requerir toda la información bancaria sobre un contribuyente sometido a inspección fiscal. Hasta el momento, el fisco tan sólo podía requerir la documentación cuentas bancarias definidas de antemano. Pero a partir del 1 de enero, podrán solicitar toda la información que tengan sobre una persona física o jurídica, incluyendo cuentas corrientes, tarjetas de créditos, inversiones y préstamos.

La decisión ha provocado la reacción inmediata del sector financiero, que ha pedido explicaciones al Ministerio Hacienda sobre el alcance de la medida. Fuentes del departamento han señalado que aunque la ampliación del carácter de información de transcendencia tributarla a todas las operaciones bancarias suponga un aumento de competencias para la inspección, la medida tiene un alcance limitado. El fisco sólo podrá exigir esa información cuando se esté realizando una inspección.

Sector financiero

Estas explicaciones no han dejado satisfechos a los banqueros, que se preparan para combatir la medida. Fuentes del sector comentaron a este periódico que "se trata de un problema muy serio, porque el Estado da un paso más en la vulneración de la intimidad de los ciudadanos. No se trata de que queramos colaborar en la lucha contra el fraude, sino que entendemos que con la medida se traspasan las garantías y los límites de privacidad de los clientes bancarios".

En el fondo, no se trata más que una nueva vuelta del torniquete en la lucha de Hacienda contra el fraude fiscal. Aunque el sector financiero lo entiende como un exceso y una vulneración del derecho bancario. "Primero suprimieron la necesidad de un mandamiento judicial para pedir datos a la banca", añadieron las citadas fuentes, "y ahora pretenden generalizar la exigencia de información mediante decisión administrativa. La medida va mucho más allá de lo que hacen el resto de los países de la Comunidad Europea".

La respuesta de bancos y cajas de ahorro es similar a las campañas realizadas por el sector financiero en 1986, 1988 y 1990, cuando Hacienda amplió los campos de acción de la inspección, emprendió una ofensiva contra las pólizas de seguro de prima única y finalmente cuando autorizó el embargo de cuentas bancarias por deudas con el Estado.

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