La competencia de Corea dificulta la fabricación de alas del MD-12 en el País Vasco

El consorcio CAESA, formado por las empresas CASA y Duñaiturri y Estancona, está encontrando serios obstáculos para conseguir la adjudicación de todo el contrato solicitado para la construcción de las alas del nuevo avión de la MacDonnell Douglas, el MD-12. La oferta de la financiera japonesa Mitsui que proporcionaría un paraguas económico para que la firma estadounidense fabricara el avión en su totalidad, y un consorcio coreano que ha ofrecido unos precios del ala más ajustados que CAESA, están siendo estudiadas en la mesa de la McDonnell. Hoy se conocerán las posibilidades reales de que el grupo español consiga fabricar alguno de los elementos de las alas. En caso de que la compañía aeronáutica estadounidense valore la oferta de CAESA, las dos partes iniciarán una negociación encaminada a concretar el porcentaje del ala a construir. La administración pública vasca se ha comprometido a aportar 135.000 millones de pesetas de los 225.000 necesarios para instalar la planta en Vizcaya. Esa inversión permitiría fabricar el 35% de las alas del MD-12. CAESA pugna junto a dos feroces competidores, dos consorcios de Corea y Taiwan, que presentan unos capítulos de mano de obra hasta ocho veces más baratos que los occidentales.

Un portavoz acreditado del departamento de Industria del Gobierno vasco dijo ayer que conseguir un contrato para fabricar el 20% o el 25% de las alas, un 15% inferior al proyecto presentado, "ya sería un éxito". El Ejecutivo persigue remediar en cierta manera la crisis industrial y en especial la del sector siderúrgico a través de la creación de un nuevo sector aeronáutico.

Un portavoz del consorcio CAESA restó ayer importancia a la oferta de Mitsui, y consideró poco probable que la McDonnell renuncie a llevar las riendas del proyecto del MD-12 cuando pueden negociar buenos precios con adjudicaciones a consorcios nacionales y extranjeros.