La reunión euro-árabe de Argel debatirá las sanciones y el embargo a Libia

Las sanciones y embargos decretados por la Comunidad Europea a Libia en 1988, por supuesto apoyo al terrorismo internacional y el impago de sus obligaciones, serán debatidos hoy por los nueve ministros de Asuntos Exteriores de países ribereños del oeste del Mediterráneo -Argelia, Túnez, Marruecos, Libia, Mauritania, España, Francia, Italia y Portugal-, que desde ayer se reúnen en Argel.

Los países del Magreb tienen evidente interés en plantear de nuevo el tema, ya que vienen reclamando el levantamiento de estas sanciones como prueba de buena voluntad y de diálogo. .Pero además de este tema polémico y difícil los ministros de Exteriores del grupo están obligados a debatir otras cuestiones, como son la cooperación económica, cultural, política y sobre todo la seguridad entre ambas regiones. Se tratarán, asimismo otras cuestiones concretas, como la próxima cumbre de paz que se celebrará en Madrid o la reunión presidencial que el organismo celebrará en Túnez en el próximo mes de enero. Al parecer se ha aparcado el proyecto de Italia y España de configurar a partir de estas reuniones una conferencia de seguridad en el Mediterráneo, similar a la estructurada en la Comunidad Europea.La mayor parte de estos temas han sido discutidos ya en las sesiones que los expertos han venido celebrando en los últimos días. Sobre la mayor parte de los puntos se han perfilado acuerdos de principio, pero han dejado para los ministros su ratificación, así como aquellos puntos más polémicos y ariscos, entre los que se encuentra la citada cuestión libia y, evidentemente, la aprobación del comunicado conjunto y final.La sesión de ayer fue puramente protocolaria. Tras los discursos de apertura pronunciados por los ministros se abordó la petición de Malta de participar en la conferencia como parte integrante del grupo. La demanda fue aceptada unánimemente.En este acto de apertura el ministro de Asuntos Exteriores español, Francisco Fernández Ordóñez, pronunció un discurso en el que recordó que la Comunidad Europea además del Este debía tener en cuenta la dimensión del Sur, y hacer "un esfuerzo de cooperación con la otra ribera del Mediterráneo". En esta línea aseguró que la actual conferencia ofrecía un marco de cooperación y diálogo con el que se pretende garantizar la seguridad de la región. Recalcó que este diálogo no era más que la prolongación del que vienen manteniendo la CE y la UMA y que culminará el próximo 4 de noviembre cuando se reúnan en Bruselas los representantes de los 17 países.

La conferencia de ministros de Exteriores se celebra en las lujosas salas del hotel Mithak, residencia oficial de los invitados del presidente argelino y escenario de importantes contactos internacionales, entre ellos los de ETA con el Gobierno socialista.