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Los planos del creador

Se edita 'El templo de Salomón', tratado de arquitectura mítica

La obra de Dios como arquitecto encuentra su cima, según la tradición judía, en el templo de Salomón, del que sólo conocemos el mito, puesto que en el año 70 lo destruyó el emperador Tito. La cuestión de su emplazamiento sigue haciendo correr sangre en Jerusalén, porque la ortodoxia judía lo sitúa dondese alza la mezquita Al Aqsa. Corrio fantasía cultural, acaba de provocar la aparición de tres contundentes volúmenes, con disquetes (Ediciones Siruela), a un precio de 80.000 pesetas. El Templo de S'alomón es el título castellano del tratado In Ezechielem Explanationes et Apparatus Urbi ac Templi Hierosolymitani, aparecida en Roma entre 1596 y 1604 en tres volúmenes y financiada como obra propagandística de Felipe II y Felipe III.

Los autores fueron Jerónimo de Prado, y Juan Bautista Villalpando, ambos sacerdotes. El último era un jesuita cordobés, discípulo del arquitecto de El Escorial, Juan de Herrera, quien logró que Felipe II apoyase la edición. Villalpándo consideraba que el Templo de Jerusalén era inspiración directa de Dios, por lo que quien estudiase ese edificio único podría comprender las leyes de la perfección arquitectónica.

Lo que ahora publica Siruela es la traducción del volumen II, y los prólogos y grabados en cobre de los otros dos tomos, así como el Compendio de la segunda parte de los Comentarios del Profeta Ezequiel, manuscrito de Prado depositado en la Universidad de Harvard. A fines de los años ochenta, el Patrimonio Nacional y el Colegio de Arquitectos publicaron una versión parcial de la magna obra.

El Centro Nacional de Exposiciones programó para el pasado verano en el Museo Español de Arte Contemporáneo una exposición sobre el Templo, pero no llegó a realizarse la pieza clave, una maqueta del mítico edificio. Juan Antonio Ramírez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid, comisario de la fallida exposición, supervisa la edición, como especialista: "El Templo es un arquetipo de influencia colosal en la historia de la arquitectura. En nuestra época puede ya Interesarnos menos el aspecto teológico, o el pretendidamente científico de los tratados que proliferaron desde el Renacimiento sobre el Templo. Pero lo fascinante es cómo esa minuciosidad de Villalpando, cuyos disenos posibilitarían hoy construir el Templo, dan pie a una fabulación incomparable."

"El Templo de Salomón es una joya de nuestra cultura", dice el traductor, José Luis Oliver Do mingo, catedrático de latín. "El original tiene 595 páginas en doble folio".

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