Un cuento terrible del cine español
Bajo Ulloa estrena 'Alas de mariposa', ganadora en San Sebastián
Se llama Juanma Bajo Ulloa, tiene 24 años de edad y, sin duda, es un cineasta singular: con seis cortos llegó a acumular 30 premios, y con su primer largometraje, Alas de mariposa, ha conseguido el máximo galardón del último festival de cine de San Sebastián, que está acompañado de 32 millones de pesetas. Hoy, viernes, se estrena en Madrid la película, que él mismo define como "un cuento terrible".
"Os vais a enterar", dijo cuando recogió la Concha de Oro de San Sebastián de manos de Glenn Close el pasado, 28 de septiembre. Ese mismo día, al igual que los cinco anteriores, estaba viviendo en una pensión, porque la invitación oficial del certamen sólo incluía tres noches en el hotel María Cristina y su película fue de las primeras en concursar. Traje la película al festival por pura superviviencia", afirma Bajo Ulloa. "Empecé a trabajar en el guión de Alas de mariposa en 1990, y año y medio después la acabé a toda. velocidad para intentar llegar a tiempo a la sección oficial del certamen, porque ya no teníamos ni un duro para la publicidad, ni siquiera garantizada la distribación".
Lo primero que pensó Juanma Bajo Ulloa,según dice, al comenzar Alas de mariposa fue que sorprendiera al público. "Hoy la gente no siente nada cuando va al cine, y lo que yo he pretendido es inquietar al espectador, que la gente que paga un dinero se emocione en el cine".
Alas de mariposa, al menos a los presentes en San Sebastián, sorprendió. Y muy gratamente, a pesar de la dureza de la película, que, protagonizada por Silvia Munt y Fernando Valverde, relata una historia intimista sobre los traumas que causa en una familia humilde la frustración de no tener un hijo varón. La película sigue las andanzas y los ojos de una niña -una especie de Carrie, truculencias incluidas, de seis años de edad, interpretada por Laura Vaquero, que hace un trabajo magistral- y la relación con su madre (Silvia Munt). A caballo del melodrama y del thriller, el drama se convierte en un cuento negrísimo para adultos.
La juventud
Juanma Bajo Ulloa ha nacido y vive, en Vitoria. Tiene 24 años de edad. "Parece que a algunos les molesta que haya hecho mi primera obra y tenga sólo 24 años. Hasta me ha llegado a cansar el problema de mi juventud. Pero me trae sin cuidadado, y no es mi problema, porque yo llevo ocho años trabajando en esto" [dirigiendo cortometrajes]. Además de dirigir Alas de mariposa, Bajo Ulloa también la ha producido y coescrito junto con su hermano Eduardo, dos años más joven que el.
"Para hacer la película", dice, "conté con una subvención del Gobierno vasco de 27 millones de pesetas, que todavía no hemos cobrado, y 40 millones del Ministerio de Cultura. El coste total andará por los 110 millones de pesetas, y ha sido una locura absoluta, en la que toda mi familia ha intervenido".
Bajo Ulloa afirma que ve poco cine y lee pocos libros. "He visto el cine que veían los chicos de mi edad. Lo que pasa es que, comparado con los dinosaurios que me rodean, quizá no veo nada, porque, por ejemplo, yo no soy capaz de recordar los nombres de los directores o los títulos de las películas". "Soy bastante vago", finaliza Bajo Ulloa, iconoclasta incluso en su indumentaria: habitualmente de negro, pantalón de cuero y pendiente en la oreja izquierda. "Me cuesta mucho empezar un libro y acabarlo. Quizá por eso hago cine, porque solamente me quedo con las imágenes. Eso es lo que me gusta y, sobre todo, fabricarlas. Tengo la cabeza llena de imágenes y voy a contarlas en mis siguientes películas. No tengo intención de dejar de vivir en Vitoria, pero tampoco creo que se me pueda aplicar la etiqueta de cine vasco. El cine es internacional, y lo que he intentando con Alas de mariposa, y voy a continuar en las siguientes, es que todo el mundo pueda entenderme. ¡Localismos, fuera!"
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.