Israelíes y palestinos deben responder hoy al plan de paz de Baker

Jerusalén El secretario de Estado norteamericano, James Baker, llega hoy a Jerusalén, tras largas conversaciones secretas en Siria, en la última etapa de su esfuerzo por llevar a árabes e israelíes a un histórico diálogo de paz en las próximas dos semanas. Es una jornada clave. Washington y Moscú, impulsores de una salida al viejo conflicto, deberán recibir hoy una clara respuesta de palestinos e israelíes. Tras casi ocho meses de intensas negociaciones, ha llegado la hora de la verdad.Las cosas han cambiado, ciertamente. La hostilidad hacia Estados Unidos parte ahora más que nunca del campo judío. Cuando James Baker llegue a Jerusalén desde Damasco se encontrará con que los israelíes han adoptado las más estridentes consigas que solían corear los árabes. Jóvenes judíos barbudos distribuían ayer en las calles de Jerusalén panfletos que convocan a una manifestación de protesta contra Estados Unidos, irónicamente el amigo, protector y generoso banquero de Israel. Junto a una fotografía de un Baker con expresión adusta, la leyenda en grandes letras negras iba al grano: "Tio Jim: ¡Qué vergüenza! Estás negociando con dictadores árabes y terroristas. Tu plan de paz hará de Israel un Judenrein", Referencia al término nazi limpio de judíos.

Comparar el proyecto de Estados Unidos con los designios del Tercer Reich es una exageración alocada. Pero en el Israel de Isaac Shamir hay gente convencida de que el plan de paz pro movido por Washington es una gran traición en favor de los árabes. Los extremistas del Gush Emunim que han colonizado los altos del Golán se encargarán de ventear ese sentimiento durante la mitin programado para este mediodía frente al Consulado norteamericano en Jerusalén, donde Baker va a reunirse con la troika palestina formada por Faisal al-Huseini, Hanan Nasraui y Zacaría al-Agha para averiguar si, finalmente, los palestinos aceptan o no ir a la mesa de negociaciones este fin de mes en los términos propuestos por Washington.

La peor circunstancia para Baker es que mientras los manifestantes judíos se desgañitan fuera, los palestinos digan que no al proyecto estadounidense apoyado por Egipto, Jordania y, con ciertas reservas, por Siria.

"Perder el autobús"

Mientras Baker decía el lunes en Ammán que los palestinos no podían permitirse el lujo de "perder el autobús de la paz, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasir Arafat convocaba para hoy una reunión de emergencia de su comité ejecutivo para tomar la crucial decisión y decidir sobre la participación palestina como parte integrante de la delegación jordana.

Fuentes cercanas al Gobierno sirio dijeron ayer que el presidente Hafez Assad, en una rara aproximación hacia su viejo enemigo Arafat, había iniciado contactos con la OLP para tratar de covencerle de que se suba al autobús de Baker. Por su parte, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, "encuentra poco razonable obstinarse [en la presencia de un palestino de Jerusalén Este] y hacer (le ello una condición imprescindible de la presencia palestina en la conferencia de paz", dice el semanario egipcio Al Allassaboua El Arabi, informa Victor Cygielman, porque para Mubarak más importante es defender Jerusalén que quién lo defiende.