En el camino para ser figura

Que Enrique Ponce está en el camino para ser figura es algo que este año han comprobado en muchas plazas. Ahora lo ha confirmado en Zaragoza, con una actuación más que esperanzadora, porque a su despejada cabeza, unió una mayor capacidad artística y un sereno valor para jugarse la vida.Su primero era menos pronto que los dos toros anteriores y algo falto de fijeza, aplomándose bastante al final de la faena. Ponce, relajadísimo con el capote, tiró de él con la muleta, consintiéndolo con torería y valor sereno, templando y mandando. Destacó una espléndida serie con la diestra, en la que sacó los muletazos como con sacacorchos. Con el toro aplomado, se la jugó con gran serenidad. Era faena de dos orejas, pero el no consumar la suerte suprema le privó del doble trofeo. El sexto fue el más flojo y parado del buen enélerro de Ibán y Ponce le buscó las vueltas, alargando algo el trasteo, aunque fuese interesante verle usar su inteligencia torera con gusto y valor.

Rafael Camino no se quedó atrás y tuvo una excelente actuación, malograda con la espada, aunque todavía mostrase cierta indefinición entre el toreo corajudo y retorcido y un quehacer más enderezado, relajado y artístico.

Curro Vázquez no acabó de tragar con el boyante sobrero y muleteó con suavidad al cuarto, aunque sin calentarse.