'Yuppies' torpes y aprensivos en la última película de Felipe Vega

En la puerta de salida de unos grandes almacenes de Azca, zona de Madrid con un alto índice de yuppies por metro cuadrado, están trabajando tres intrusos: el actor Juanjo Puigcorbé y las actrices Iciar Bollain y Eulalia Ramón. Es uno de los últimos días del rodaje de Tormenta de verano, la tercera película de Felipe Vega, de 39 años, un barbudo de hablar pausado, que ha convertido a estos actores en unos ejecutivos poco agresivos, llenos de dudas, temores y torpezas. Pese a estar concebida en clave de humor, director y actores no consideran la película como una comedia.

Todo indica que Tormenta de verano es una comedia. Pero su guionista y director, Felipe Vega, no lo tiene tan claro: ,'En esta película hay la intención de tomarse con humor situaciones humanas que en realidad tienen poca gracia. Pero no sé si llamar a esto comedia".La película cuenta los encuentros y desencuentros de cuatro personajes. Las dos mujeres, las actrices Iciar Bollain y Eulalia Ramón, son en el filme dos financieras. "Es raro ver a unas chicas tan silvestres como nosotras haciendo de chicas finas", dice Iciar Bollain riendo y señalando a su compañera de reparto, Eulalia Ramón. "Felipe nos dijo que no importaba si nos sentíamos disfrazadas con estos modelitos, porque las mujeres que suelen vestir así también van disfrazadas. Aunque Eulalia y yo no demos el tipo, con esta pinta lo parecemos", añade Iciar Bollain, que ha trabajado en todas las películas de Vega.

"Esta es la primera vez que el guión va a marcar el rodaje de la película", dice. "He tenido que hacer muchas versiones y me ha llevado muchos meses. Yo sigo defendiendo el cine de Tanner, con cinco hojas; pienso que las películas no son sólo el resultado de un buen guión yque los guiones deberían escribirse entre varias personas, pero yo todavía no he encontrado a nadie con quien pueda entenderme a la hora de escribir

Todos 'yuppies'

"Tormenta de verano no es una película contra los yuppies, sino sobre ellos", cuenta el director. "En la película hay yuppies que lo son y no lo saben, otros que quieren serlo, pero no lo saben; otros que lo parecen, pero no lo son, y otros que realmente lo son. Trato de explicar que de una forma u otra ahora todos somos algo yuppies; que estos personajes no se quedan en Wall Street o en la Bolsa de Madrid y Londres, el portero de una casa también puede ser un yuppie. A mi modo de ver, el yuppy es un individuo que tiene una visión egoísta de la vida. El cine, el periodismo y, en general, el mundo de la cultura está lleno de yuppies"