Una retrospectiva de Nicolas de Staël descubre un pintor apasionado

La primera retrospectiva de Nicolas de Staël (San Petersburgo, 1914, Antibes, 1955) se inauguró ayer en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, en donde se exponen 94 pinturas y 9 dibujos de un artista clave de los años cincuenta. Staël fue un artista apasionado que pasó de la figuración a la abstracción.

"Nicolas de Staël es una figura esencial para el desarrollo del arte abstracto europeo", dijo ayer María Corral, directora del Reina Sofía, en la presentación de la retrospectiva del pintor, poco conocido en España. El proyecto de la exposición pertenece al equipo anterior del centro y fue apoyado por el entonces ministro Jorge Semprún, quien trasladó a un personaje de su novela La montaña blanca aspectos del pintor y su obra.La muestra, que permanecerá en Madrid hasta el 2 de diciembre, ha sido producida por la Fundación Maeght, de Saint Paul de Vence, en donde se ha presentado este verano. A la inauguración asistió Frangoise de Staël, viuda del artista, que comentó los dos viajes del pintor a España, el primero en 1935 en un recorrido en bicicleta y el otro en 1954, con parada en Madrid, Toledo y Granada. "Publicó varias cartas sobre el Prado y Velázquez, a quien consideraba el pintor de los pintores". Sobre el suicidio del artista en 1955, dijo que "influyó tanto la pintura como la vida, ya que en un artista es la misma cosa".

Jean-Louis Prat, comisario de la exposición y director de la Fundación Maeght, señaló que en los 12 años de vida artística pasó de la figuración a la abstracción para volver de nuevo a la figuración. "Su pintura se relaciona con los momentos de cambio y, aunque elige vías aparentemente contradictorias, es como una bisagra de los años cincuenta. La pasión y la emoción aparecen en una expresión rigurosa".

El montaje sigue una secuencia cronológica. Entre el retrato de Jeannine, de 1941-1942, con influencias de El Greco y Picasso, y El piano, de 1955, aparecen los distintos periodos del artista, excepto las obras de su viaje a África, que fueron destruidas. "En la etapa abstracta se centra en la materia y el color, con una pintura fuerte, de guerra, con predominio del gris y negro", manifestó Jean-Louis Prat.

"Amplía su pintura, con más luz, al recurrir a la figuración, en los paisajes y futbolistas, tras viajar a Italia y Sicilia y descubrir la Provenza, en donde vivió sus últimos años. En Nicolas de Staél hay una fuerte necesidad de cambio, de buscar nuevas vías, pero la lección del artista es la gran resolución de ser siempre él mismo y decir siempre la verdad. Su pintura es un punto de referencia para la nueva pintura de hoy".