Satisfacción y alivio en Alemania

Alemania, el país más beneficiado por la decisión de EE UU de reducir drásticamente el armamento nuclear -por ser donde está desplegada la mayor parte del mismo-, reaccionó con alivio y satisfacción a la noticia de que finalmente iba a desaparecer la siniestra pesadilla que se alojaba en sus entrañas, diseñada en gran parte para ser dirigida contra el propio territorio alemán, en la ex RDA:Según el canciller Helmut Kohl, la iniciativa del presidente norteamericano, George Bush, supone la retirada de suelo alemán de todos los misiles de corto alcance, así como de la munición nuclear de artillería. En una nota oficial, Kohl situó a Bush "una vez más en la vanguardia de la política de desarme internacional", y recordó que la decisión de Washington corresponde a la política de su Gobierno: "mantener la paz con menos armamento".

El más exultante ayer era, sin embargo, Genscher, quien incluso antes del desmoronamiento del bloque soviético se había opuesto radicalmente -a principios de 1989- a la modernización de los misiles de corto alcance estacionados en la antigua Alemania Occidental. Para él, la iniciativa de Bush es "una auténtica decisión histórica para la paz".

La propuesta de Bush llegó precisamente cuando en Alemania el tema de la proliferación nuclear había resurgido con fuerza. Por un lado, Walter Zuber, el ministro del Interior del land de RenaníaPalatinado, donde se encuentra la gigantesca base norteamericana de Rainstein, tuvo que negar el viernes que la Alianza Atlántica planeara instalar nuevos misiles.

Por otro lado, también esta semana se reabrió la polémica sobre el arsenal nuclear existente en las bases soviéticas en territorio de la ex RDA. La oposición socialdemócrata aseguró saber "de fuentes de toda credibilidad" que la URSS conserva aún misiles de corto alcance en al menos seis de estas bases. Todo lo contrario de lo que dijo el viernes el general Matvei Burlakov, jefe de las fuerzas soviéticas en Alemania.