Sanidad retrasa la aprobación del decreto que limitará la publicidad del tabaco

La decisión del Ministerio de Sanidad y Consumo de consultar de nuevo con la industria tabaquera el decreto sobre la limitación de la publicidad del tabaco retrasará su entrada en vigor, prevista para enero de 1992, pese a que el Consejo de Estado ya se ha pronunciado favorablemente, según fuentes ministeriales.

La limitación publicitaria será obligatoria en la CE a partir de 1993. El decreto tendrá que salir de nuevo a información pública repitiéndose todos los trámites ya realizados con el texto que ha recibido el visto bueno del Consejo de Estado, último trámite preceptivo antes de remitirlo para su aprobación al Gobierno. Todo el proceso ha supuesto casi dos años de negociaciones. La modificación del texto una vez consultado el Consejo de Estado se considera un procedimiento "muy irregular", según varios técnicos del Ministerio de Sanidad e imposibilitará, de hecho, que las limitaciones sobre la publicidad del tabaco entren en vigor en el plazo previsto.Ante la lentitud en la tramitación de este decreto, Francisco Ortega, secretario general de Salud Pública y responsable directo, por tanto, de la lucha contra el tabaquismo, se mostró partidario en julio pasado, tras conocer el dictamen del Consejo, de "proceder rápidamente". Los cambios que está introduciendo Ortega por indicaciones del ministro de Sanidad, Julián García Valverde, se refieren precisamente a los plazos de entrada en vigor de la normativa, así como a las limitaciones de la publicidad a través de patrocinadores.

La decisión de realizar una nueva redacción sorprende más por cuanto los representantes de los publicistas y de la industria del tabaco han sido consultados no sólo por el anterior equipo de Sanidad sino por el propio Consejo de Estado, aunque no estaba obligado a ello.

En su último borrador este texto prohibía toda clase de publicidad sobre el tabaco en vías, lugares y transportes públicos, así como en medios de comunicación (incluido el patrocinio de programas), con la sóla excepción de las emisoras de radio entre las doce de la noche y las ocho de la mañana. Sólo se podría realizar promoción directa del tabaco en el interior de los establecimientos que vendan ese producto. Prohibía también la publicidad indirecta por cualquier medio, como son el patrocinio de equipos o competiciones deportivas.

Campaña anulada

Esto había sido considerado como discriminatorio por parte de anunciantes y tabacaleros. El Consejo de Estado considera, en cambio, que "el decreto no discrimina a empresas, personas y productos, pues el establecimiento de límites para el ejercicio de una actividad está establecido en las leyes y responde al interés público protegido en las mismas, como es en este caso la salud". En otro punto, añade: "SI el tabaco fuera descubierto hoy ningún Gobierno permitiría su venta y mucho menos su publicidad". Sanidad considera el hábito de fumar como "la primera causa única de mortalidad", responsabilizándole del 13% de los fallecimientos en España. García Valverde suspendió el pasado mayo una gran campaña contra el tabaco -presupuestada en 250 millones de pesetas- encargada por su antecesor, Julián García Vargas.