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OLA DE RACISMO EN ESPAÑA

Las madres de Mancha Real se comprometen ante el alcalde a llevar hoy a sus niños a clase

IGNACIO FRÍAS Las madres de Mancha Real, que han manifestado desde que comenzó el curso su oposición a que cuatro niños gitanos vayan a la misma escuela de sus hijos, se comprometieron ayer ante el alcalde de esta localidad, Alfonso Martínez de la Hoz, a enviar a sus hijos hoy a clase. Previamente se habían producido manifestaciones de protesta como en días anteriores y la Guardia Civil había denunciado ante el Gobierno Civil de Jaén a una veintena de mujeres de Mancha Real por su participación activa en las con concentraciones realizadas ante el colegio Sixto Sigler.

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La tensión vivida en Mancha Real desde el inicio del curso escolar experimentó ayer un giro considerable ante el anuncio del gobernador civil de Jaén, Joaquín Iñiguez, de no permitir más concentraciones "ilegales" de protesta por la escolarización de niños gitanos y de abrir expedientes sancionadores para aquellas personas que participen en las concentraciones. Medio centenar de mujeres volvieron a concentrarse ayer delante del colegio, esta vez en silencio, para recibir a los niños gitanos que fueron trasladados, por primera vez, en un coche oficial de la Junta de Andalucía.Fuentes del gobierno civil aseguraron que están estudiando la posibilidad de sancionar administrativamente, con multas de hasta, 500.000 pesetas, o por la vía penal, a 20 mujeres y dos hombres que han sido identificados en las grabaciones de vídeo realizadas por la Guardia Civil, por su participación activa en posibles delitos de coacción y alteración del orden durante las concentraciones.

Los miedos de Francisca

La niña gitana Francisca Romero, que el pasado miércoles faltó por primera vez a clase, dijo a EL PAÍS que su ausencia se debió al temor que le producía tanta gente gritándoles "asesinos". "Estaba muy asustada porque me llamaban asesina y cuando iba a entrar al colegio dos niños me querían pegar, pero un guardia civil no los dejó acercarse", manifestó la pequeña. "Los niños que vienen al cole son amigos míos, pero no me hablan, y yo no me quiero juntar, sólo me junto con mi amiga Susana y con ése que tiene el pantalón claro", dijo la niña señalando a un chiquillo que jugaba a la pelota.

Las mujeres concentradas, dijeron que ellas no tenían nada contra los niños y aseguraron que llevarían a sus hijos a clase si se les garantiza que los padres gitanos no los acompañarían a la escuela.

La disminución de la tensión se materializó también en la asistencia a clase de 319 alumnos, 25 de los cuales lo hicieron en el edificio donde están escolarizados tres de los niños gitanos. El resto de los 1.370 alumnos inscritos en el centro, por cuarto día consecutivo, no acudió a las aulas.

Una de las madres que llevaron a sus hijos a clase indicó: "He traído a mi hijo porque considero que los niños gitanos no tienen culpa de lo que hayan hecho sus' padres, hay muchas otras madres que quieren traerlos pero tienen miedo de que les pase algo". Otra madre dijo: "Mi hijo es compañero de un niño gitano y se lleva muy bien con él y juegan en el recreo juntos", y añadió: "A mí las vecinas me dicen cosas pero no tengo por qué aguantar a nadie y no salgo de mi casa nada más que para ir al trabajo".

El Defensor del Pueblo Andaluz, Manuel Conde Pumpido, acudió ayer a la localidad para ofrecerse como mediador del conflicto. Por su parte, los delegados en Jaén de las consejerías de Gobernación y Educación, Juan Torres y Pedro Martín, respectivamente, mantuvieron una reunión con el profesorado del colegio Sixto Sigler, "para dar un poco de ánimo a los maestros y a los chavalines, dado que la tensión es evidente y ellos la están soportando a diario". Torrés calificó de "racista" la actitud de la madres, "no es que lo califique yo, sólo hay que irse al diccionario y es la propia semántica de la palabra la que lo califica".

El fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, declaró a este diario que antes se consideraba que en nuestro país no había racismo y por tanto no era una conducta necesitada de especial protección penal. "Ahora hemos salido de esa ensoñación, nos hemos descubierto racistas y esto debe preocupar al legislador para que tipifique estas conductas", añadió Torres.

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