Bush y Kohl condicionan la ayuda económica masiva a la URSS al proceso de reformas

El presidente de Estados Unidos, George Bush, y el canciller alemán, Helmut Kohl, coincidieron ayer en Washington en que se debe enviar una ayuda humanitaria a la Unión Soviética lo antes posible, pero rechazaron apoyar cualquier ayuda económica masiva occidental hasta que las denominadas reformas económicas de la Unión Soviética se hayan llevado a cabo. El presidente Bush declaró, respecto a la ayuda a la Unión Soviética, que las posiciones de Estados Unidos y Alemania estaban "muy, muy cerca". Bush teme que cualquier ayuda económica a la Unión Soviética sea inútil debido al caos en aquel país.

Kohl, por su parte, demostró su impaciencia por la "cautelosa" respuesta que está dando Occidente a los problemas soviéticos. Ambos líderes reconocieron que durante su encuentro no discutieron ni acordaron el envío de ninguna ayuda económica o financiera a la URSS.El ecuentro de Bush y Kohl se enmarcaba en una nueva ronda de conversaciones bilaterales encaminadas a estudiar la nueva situación política en Europa creada por la crisis soviética. Kohl anunció, poco antes de su encuentro con Bush, que se mostraba favorable a aumentar la ayuda económica solicitada casi a voces por los líderes soviéticos.

El canciller alemán explicó que eta importante que "Occidente entienda la situación de la Unión Soviética", y expresó su impaciencia por la falta de respuesta occidental a los problemas económicos que se plantean en la URSS. También criticó la falta. de iniciativa! a la hora de aprobar ayudas económicas rápidas para apoyar a los soviéticos a salir de la crisis en la que se encuentran.

La visita de Kohl a Washington se produce dos semanas antes de que se cumpla el primer aniversario de la unificación alemana. En este sentido Kohl dijo que Alemania ha visto cómo este sueño se hacía realidad y que su país "no ha olvidado la ayuda norteamericana, su apoyo" y tampoco el hecho de que EE UU les haya tratado como amigos y socios. Kohl tuvo palabras de agradecimiento especial para el presidente Bush.

Durante la rueda de Prensa que se llevó a cabo en la residencia presidencial, poco después de que ambos líderes almorzaran juntos en un comedor de la Casa Blanca, Kohl declaró que era "razonable" ayudar a la Unión Soviética, "ahora que es posible establecer allí un orden libre". "Creo que las ayudas serán mucho más caras dentro de un tiempo que lo que son ahora", añadió el líder alemán.

"Las ayudas se deben concretar rápidamente, y si miramos hacia adelante y contemplamos el difícil invierno que va a pasar la Unión Soviética está claro que es necesario decidir también cuándo y qué alimentos y ayudas médicas podemos, dar a la URSS", dijo.

El drama yugoslavo

Otro de los puntos de la reunión bilateral de ambos líderes era, según explicó el propio mandatario alemán, el "dramático tema yugoslavo". Kolh comentó: "Tenemos que hacer algo rápidamente; debe haber una renuncia al uso de la fuerza y el diálogo debe regresar rápidamente".

Las palabras de Kohl en apoyo a la URSS se produjeron una semana después de que Mijaíl Gorbachov solicitara a la CE siete millones de toneladas de alimentos para poder superar el próximo invierno.