El PP se niega a construir nuevos centros de ayuda a drogadictos

Carmen Díaz Marés, entonces recién nombrada concejal de Asuntos Sociales, declaró hace dos años que Madrid necesitaba 15 nuevos centros de atención a drogodependientes (CAD). En aquellas fechas, como ahora, existían seis locales, y su sucesora y compañera en el PP, Ana María García Armendáriz, no considera necesario que haya más. En materia de droga, el Ayuntamiento prefiere centrarse en los aspectos de prevención y reinserción, y concertar con otras entidades la atención ambulatoria. Los tres CAD proyectados en La Latina, Centro y Fuencarral se han paralizado.

"Los CAD son una pieza más del plan de droga, no la más importante". Es el resumen de la filosofía de García Armendáriz, que considera, además, que estos centros imponen cierta etiqueta a los toxicómanos nada beneficiosa para su tratamiento. Sus proyectos inmediatos excluyen la construcción de locales de este tipo, lo que seguramente le procurará menos disgustos con los vecinos y compañeros de partido que a su predecesora.Carmen Díaz Marés tuvo problemas con el presidente del distrito de La Latina, Manuel Martínez- Blanco, también del PP, al intentar avanzar en el proyecto de un CAD para el barrio. Chocó con el arzobispado en Fuencarral cuando negociaba la cesión de un solar de la Iglesia con el mismo fin. En el distrito de Centro la oposición fue variada. Según Félix López Rey, concejal de IU, Díaz Marés barajó 60 locales sin resultado efectivo. Hasta se empezaron unas obras en la iglesia de San Martín, paralizadas luego por la autoridad eclesiástica. Durante su gestión, sólo pudo abrir un CAD en San Blas, en medio de un mar de protestas (el resto los había creado el PSOE).

Esta semana, el delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, pidió ayuda al Ayuntamiento para el tratamiento de toxicómanos. En el programa electoral del PP se afirma que los CAD, existentes o futuros, dependen de un "estudio minucioso sobre su ubicación".

"Los CAD se instalaron en malas condiciones y se dotaron de poco personal y escaso equipo", explica García Armendáriz. "Antes de pensar en nuevos centros hay que reforzar los existentes. Por ello estamos aumentando la plantilla y tenemos previsto mejorar los de La Latina, Villaverde y Tetuán. Este último está muy mal, hay que hacerlo entero", comenta.

Además de estos tres, el Ayuntamiento tiene abiertos locales en Vallecas, Arganzuela y San Blas. Entre los seis, se atiende a un total de 1.620 drogadictos y, según la concejal, sólo existe lista de espera en San Blas y Vallecas. En octubre pasado el déficit reconocido era de 500 plazas.

El centro vallecano, además, fue objeto de una denuncia vecinal por su cercanía a unos colegios. En enero, el Tribunal Superior de Justicia les dio la razón a los vecinos. El fallo fue recurrido por los servicios jurídicos municipales de forma mecánica, como hacen con todas las sentencias desfavorables, lo que motivó el disgusto del entonces primer teniente de alcalde, José María Álvarez del Manzano.

El Ayuntamiento va a paliar el déficit de las plazas de atención ambulatoria que no se van a cubrir con nuevos CAD. Para ello se establecerán conciertos con entidades privadas y públicas aún sin determinar. García Armendáriz deja pendiente de la dotación presupuestarla que se le asigne el número de plazas que se pueden conseguir por este sistema que ya funciona en la fase de internamiento. Unos 320 toxicómanos son atendidos en comunidades terapéuticas con cargo a los presupuestos municipales. El Ayuntamiento sólo tiene un centro con ese tipo de tratamiento, con 43 plazas. El plan de drogas de García Armendáriz estará mejor dotado económicamente en los aspectos preventivos.