Casi el 2% de las muertes registradas al año en Holanda son casos de eutanasia

Un 1,8% de las muertes registradas al año en Holanda (2.300 de 130.0000 fallecimientos) son casos de eutanasia solicitados por un paciente a su médico al padecer una enfermedad incurable y en fase terminal. En otras 400 ocasiones el enfermo recibe ayuda para concluir él mismo su vida. Los médicos holandeses reciben al año 9.000 peticiones de eutanasia. Estos datos aparecen en el informe presentado por el fiscal general del Estado, Jan Remmelink, a los Ministerios de Justicia y Sanidad junto con la recomendación de que los médicos reciban más información en estos casos.

La comisión Remmelink ha empleado una misma definición de la eutanasia, "poner fin a la vida de otro que así lo solicite", durante el año invertido en entrevistar a más de un centenar de médicos. De ahí que no haya considerado eutanasia sino práctica médica normal otras 45.000 muertos derivadas de la decisión de detener un tratamiento por considerarlo inútil, no iniciarlo siquiera o prescribir calmantes que adelanten un final seguro.Según el estudio, el 62% de los médicos de cabecera, un 44% de los especialistas y un 12% de los facultativos destinados en hogares de ancianos han practicado en algún momento de su carrera la eutanasia a instancias del enfermo. En el oeste de Holanda, donde se concentran las grandes capitales, un 60% reconoce tener experiencia con ella. En el resto del país lo admite un 40%.

"Aunque los médicos de medicina general suelen ser quienes aplican la eutanasia cuando ésta es solicitada, la supresión de un tratamiento sin que medie petición previa del enfermo sucede con cierta frecuencia en los asilos. Ello siempre que los ancianos presenten un estado general y mental seriamente deteriorado. En estos casos el óbito se produce, tras consultar con sus familias y las enfermeras, al no medicar más una neumonía, por ejemplo", se dice en el informe.

Ayuda para morir

La comisión Remmelink no se pronuncia sobre la necesidad de una ley sobre la eutanasia aunque la discusión permanece estancanda desde 1985. Dado el vacío legal, su práctica está considerada ayuda al suicidio y puede penalizarse con doce años de cárcel.La mayor parte de los casos no llegan, sin embargo, a los tribunales. Ello es debido a que la jurisprudencia holandesa conceptúa como caso de emergencia la solicitud de ayuda para morir de un enfermo si concurren las siguientes condiciones: la petición libre y consciente, la consulta del médico con otros colegas y la familia. La autoridad judicial debe ser también informada. Sólo así está exento de sanción el médico que dispone durante el proceso de las suficientes circunstancias atenuantes como para evitar ir a la cárcel.

Tras la presentación del informe, tanto el Colegio de Médicos como la Unión Holandesa para la Eutanasia Voluntaria han reaccionado de manera positiva. Portavoces del primero han indicado que a pesar de su rigor el estudio acepta la veracidad de las declaraciones de los médicos, "cuando lo cierto es que muchos pueden no declarar la verdad por miedo a una sanción y de esta forma las cifras reales de la eutanasia podrían ser mucho más elevadas". El Ministerio de Justicia ha señalado que el Gobierno de centro-izquierda tomará en breve una decisión sobre "la oportunidad de redactar una ley que regule la eutanasia".