La ciencia investiga el arte
Durante los últimos 23 años, un grupo de investigadores holandeses reunidos en torno a la Comisión Rembrandt, una fundación financiada por el Estado, ha revisado cerca de 600 cuadros del pintor en busca del secreto de su técnica y estilo, la forma en que mezclaba y aplicaba el color y su talento como maestro en el taller que regentó en Amsterdam. Sus hallazgos, reunidos desde 1982 en tres extensos volúmenes, configuran un auténtico catálogo crítico que borra las distorsiones sobre la amplitud de la obra del artista creadas por siglos de atribuciones demasiado optimistas.Los primeros frutos de esta empresa científica han estrernecido, sin embargo, a muchos. Se trata de coleccionistas particulares y directores de museos que a partir de 1982, fecha en que apareció el primer volumen escrito por la comisión, han visto cómo varios de sus más preciados rembrandts eran recalificados como obra de Ferdinand Bol, Carel Fabritius, Willem Drost o cualquier otro de sus más aventajados alumnos.
Lienzos como El caballero del yelmo de oro, el retrato de Hendrick Martensz Sorgo y su esposa o El hombre del sombrero rojo, perteneciente al Museo Boymans-Van Beuningen, en Roterdam, han pasado a ser falsos rembrandts. Este último centro ha descubierto además que alrededor de 30 de los 65 dibujos y grabados proceden también de la escuela del pintor.
La comisión ha observado lienzos bajo los rayos X, averiguado la edad de los árboles que aparecen en una tabla o la mano encargada de firmarla. De ahí que contemple sus descubrirmentos desde otro ángulo: "Arrojan luz sobre los métodos de trabajo de los talleres de pintura del siglo XVII y transforman en superfluas las preguntas acerca de quién pintó uno u otro cuadro", según reza el informe publicado con motivo de la muestra que ahora se inaugura. La aparición de las dos últimas entregas de la Comisión Rembrandt está prevista para 1998 e incluirá los lienzos comprendidos entre 1642 y 1656.
