Cuba espera respuestas del congreso comunista

ENVIADO ESPECIALEl próximo congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), previsto para el 10 de octubre, en una fecha conmemorativa en la que se cumple el 1231 aniversario del inicio de las guerras independentistas, se está convirtiendo para la población de la isla en el único punto de referencia a la hora de buscar una salida al principal problema que afecta hoy más que nunca a los cubanos: el precario abastecimiento alimentario.

Este congreso, según fuentes diplomáticas occidentales, no puede postergar más la búsqueda de soluciones a los problemas concretos de los Cubanos, porque "la resistencia de las familias comienza a erosionarse".Los cambios radicales que se están produciendo en la URSS no sólo están siendo debatidos al más alto nivel político, sino que son en estos días objeto de vivos comentarios que se han trasladado del escenario de la intimidad familiar a la calle, la oficina, la fábrica o el lugar de recreo.

Raro es el cubano que estos días no sitúa entre las prioridades de sus conversaciones cotidianas la incertidumbre sobre el deterioro de la cesta de la compra o el futuro oscuro que sospecha van a traer consigo los cambios en la URSS.

El periodo especial se ha quedado ya lejos. para muchas personas que a veces se encuentran con la escasez de combustible en algunas gasolineras, o que contemplan con cierto enojo que en las hojas de sus libretas cada vez hay más espacios en blanco, dado que no pueden registrar la retirada de muchos alimentos ya de por sí básicos. Otros ciudadanos se lamentan de la fuerte especulación que reina en torno al mercado negro y que está acabando con los ahorros de muchos años.

El aparato comunista prepara el cuarto congreso de octubre en silencio absoluto. Hay comisiones políticas que están trabajando sobre reformas que se califican de estructurales, y que podrían conducir a un nuevo sistema de elección presidencial dentro de la organización del Estado comunista, o a formas distintas para la elección de los miembros de la Asamblea General del Poder Popular. Aunque son estas meras especulaciones que suelen partir de las personas más optimistas del régimen, o más distanciadas del partido único.

Las embajadas occidentales han situado a sus diplomáticos en primera línea informativa, hasta el punto de que cualquier movimiento o declaración pública del poder político son analizados con lupa.

Los viajes en estos días a Madrid del ex presidente del Banco Central de Cuba Héctor Rodríguez Llompart, a Libia de Lionel Soto, vicepresidente del Consejo de Ministros, y a China de José Antonio Naranjo Morales, ministro del Gobierno, aun no anunciados oficialmente, se comentan insistentemente en los salones de las embajadas, sin otra respuesta inmediata que la especulación.

Guía paternalista

Fidel Castro, con su peculiar y paternalista manera de guiar a este país, es aún un líder carismático en el que la mayoría de los cubanos confía. El comandante Castro tuvo su última comparecencia pública a finales de la pasada semana, en el curso de un encuentro con los cuadros encargados de la organización general, del evento, a los cuales felicitó por el "rotundo éxito" de su trabajo. La intervención, sin embargo, al menos según la información facilitada por la televisión, no tuvo ningún componente político o de referencia a los graves problemas de abastecimiento alimentario que atraviesa el país.