Quiebra la mayor empresa mundial de venta anticipada de localidades

Keith Prowse Holdings, la mayor empresa mundial de venta anticípada de entradas, ha caído en bancarrota. Y con ella corren peligro de colapso la Copa del Mundo de Rugby, la Ryder Cup de Golf, numerosos conciertos y todos los teatros londinenses. Un portavoz de los administradores que se hicieron cargo de la, corripania ayer afirmó que los miles de clientes afectados no podrán recuperar ni sus entradas ni el dinero que pagaron. Sólo quienes efectuaron el pago con tarjeta de crédito podrán reclamar la devolución, a través de la entidad ernisora de la tarjeta.

Allan Griffiths, uno de los administradores, dijo que los teatros loridinenses perderán "cientos de miles de libras" por la quiebra.de Keith Prowse, que vendía entre 2.000 y 5.000 entradas de teatro cada día, sólo en Londres. La Sociedad de Teatros del West End, que agrupa a 50 empresas teatrales, decidió ayer recomendar a sus afiliados que permitieran la entrada a los poseedores de vales de Keith Prowse hasta el sábado, "a pesar de que se tratará en realidad de una admisión gratuita, ya que nadie pagará, las entradas". Después del sábado, los vales de Keith Prowse serán papel mojado.

Afectados

Keith Prowse había comercializado 213.000 entradas -con alojamiento incluido- al precio de 295 libras (más de 50.000 pesetas) para la Copa del Mundo de Rugby que comienza el 3 de octubre en Gran Bretaña, y 1.000 entradas, también con hotel y viaje, a más de 200.000 pesetas la más barata, para la Ryder Cup de Golf que debe empezar el 27 de septiembre en Carolina del Sur (Estados Unidos).Entre los afectados por la quiebra figura el cantante español Plácido Domingo, las entradas de cuyo concierto en el Guards Polo Club de Windsor (Reino Unido) el próximo viernes habían sido concedidas en exclusiva a Keith Prowse.

Keith Prowse funcionaba desde hace exactamente dos siglos, tenía 63 oficinas de venta y 16 empresas concesionarias distribuidas por Gran Bretaña, empleaba a 650 personas y facturaba unos 30.000 millones de pesetas al año. Sus accionistas principales son los herederos de Keith y Prowse, dos músicos ingleses del siglo XVIII que se iniciaron en el negocio reservando entradas para las representaciones de ópera de una compañía italiana. Las deudas se estiman en unos 1.300 millones de pesetas. Las causas de la quiebra radican, al parecer, en las desafortunadas inversiones efectuadas por los directivos de la empresa.