El pabellón de México en la Expo explicará su historia a través del desarrollo del comercio
Los organizadores quieren mostrar que Mesoamérica era ya un cruce de culturas antes de 1492
Dos equis simétricas de 18 metros de altura anunciarán a todos los visitantes de la Exposición Universal de Sevilla la presencia del pabellón de México, concebido como un foro de discusión y análisis, donde se tendrá oportunidad de conocer, mediante un espectáculo de multimedia, el origen y el proceso multicultural y multiétnico, que ha vivido este país desde sus orígenes mesoamericanos hasta nuestros días, fundamentalmente a través del comercio.
México parte de la base de que su país era ya antes de 1492 un mestizaje, y sitúa esta fecha no como punto de partida, sino como parte de un proceso que le ha configurado en un cruce de culturas abierto en el tiempo y en la historia. La equis será, precisamente como símbolo de este cruce cultural, el emblema de México en la Expo 92."Desde el origen en Mesoamérica, los mexicanos éramos ya consecuencia de una serie de herencias históricas sucesivas, como son los casos de los olmecas, los totonacas, los mayas, los toltecas, los teotihuacas o los mexicas, entre otros", comentó a EL PAÍS el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, comisario de México en la Expo 92 y autor del proyecto. "En cierta forma éramos ya un mestizaje, y nos topamos con otra serie de herencias sucesivas, grecolatina, judía y árabe, que nos ha permitido ser un cruce de culturas".
En opinión de Ramírez Vázquez, autor también del pabellón que el Comité Olímpico Internacional construye en la isla de La Cartuja, México pretende en Sevilla ofrecer una oportunidad para que se descubra qué era Mesoamérica antes de 1492, y ha encontrado en el comercio un elemento encadenado en el tiempo que conjuga el origen y el proceso que ha conducido en nuestros días a este país latinoamericano.
"La expansión de la cultura mexica estaba basada en el comercio, y es siglos después la necesidad de la que impulsa la navegación", indica el comisario. "En realidad, el Siglo de Oro español no se hubiera podido dar sin el oro de Nueva España y la solvencia económica de Inglaterra, que le lleva a la revolución industrial y tiene un fuerte apoyo en el bolín de la piratería. Todos estos elementos están asociados nuestra historia, y es así como través del comercio, llegamos hasta el México de hoy".
El pabellón mexicano explicará que los murales de Bonampak y Cacaxtla son centenares de años anteriores a los de Giotto y Miguel Ángel, y que la cultura olmeca en México es simultánea en la historia. a la de Abu Simbel en Egipto. O bien que la Calzada de los Muertos en Teotihuacán es contemporánea a la Via Flaminnia de Roma, o que la mezquita de Córdoba fue construida al mismo tiempo que el máximo exponente del apogeo de la cultura maya, que es Uxinal.
"Por un lado queremos dejar constancia de que no nacimos en 1492, pero también reconocer que han existido 500 años de aportaciones mutuas", explicó el arquitecto Ramírez Vázquez. "Si partimos de la naturaleza, un continente puso el trigo y otro el maíz. También están ejemplos claros, corno la flor de Navidad y la rosa o el tomate y la naranja. Si América no hubiera proporcionado el tomate, no habría existido la cocina italiana".
Ramírez Vázquez explica que el mensaje que va a trasladar en Sevilla a los visitantes de la Expo 92 no es académico ni de museo, sino objetivo, carente de resentimientos y petulancias, y con el objetivo de que llegue al máximo de hispanoablantes.
El comisario de México para la Expo 92, Pedro Ramírez Vázquez, de 72 años, es uno de los arquitectos más prestigiosos del país, con importantes obras en su haber, como el estadio Azteca; la basílica de la Virgen de Guadalupe y el museo Nacional de Antropología; una capilla dedicada a la patrona de México en la cripta del Vaticano y el museo de la Civilización Nubia, en Assuán (Egipto).
Babelia
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