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FRACASA EL GOLPE DE ESTADO EN LA U.R.S.S.

De nuevo en casa

Mijaíl Gorbachov llegó anoche a Moscú y se dirigió al Kremlin sin mostrarse en público

Pilar Bonet

Mijaíl Gorbachov llegó a Moscú a las 2.12, hora local, 1. 12 en España. Iba acompañado de Iván Silaiev, jefe del Gobierno ruso, y de Alexandr Rutskoi, vicepresidente del Gobierno. La comitiva presidencial constaba de dos aviones. El primero llevaba a los tres mandatarios citados; en el segundo viajaban Anotoli Lukiánov, presidente del Sóviet Supremo de la URSS;. Vadim Bakatin y Evgueni Primakov, miembros del Consejo de Seguridad, y Vladímir Ivashko, número dos del PCUS. Ninguno de los conjurados que habían viajado a Crimea para entrevistarse con Gorbachov iba en la comitiva. En el aeropuerto había centenares de periodistas y algunos diplomáticos extranjeros.

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En el vestíbulo de una tranquila dacha de Crimea, donde el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, ha estado arrestado y aislado del mundo durante tres días, un aluvión de altos funcionarios recién llegados de Moscú hicieron cola ayer por la tarde para ser recibidos por el dirigente soviético.Estos funcionarios que precipitadamente se personaron en Forós, el lugar de veraneo que el KGB convirtió en cárcel del máximo dirigente soviético, eran muchos, pero no habían llegado todos juntos, porque son hombres que difícilmente volverán a mezclarse entre sí.

Por una parte, estaban varios miembros del fracasado Comité Especial de Emergencia, que habían llegado para explicarse o, como dijo una agencia soviética, para pedir perdón. Por otra, estaban quienes habían sido leales al presidente, con el jefe del Gobierno de Rusia, Iván Silalev, a la cabeza. Un tercer grupo estaba formado por quienes aspiraban a una conversación particular con Gorbachov: el presidente de Sóviet Supremo de la URSS, Anatoli Lukianov, y el número dos del Comité Central del PCUS, Vladímir Ivashko. El PCUS, que descubrió tan sólo ayer a efectos prácticos la ausencia de su líder máximo, tiene sin duda muchas cosas que explicar a Gorbachov.

Vuelo nocturno

El presidente de la URSS emprendió el vuelo a Moscú después de la medianoche. Un portavoz de Gorbachov dijo que hoy cabía esperar algún comunicado oficial o una conferencia de prensa del presidente.Los expedicionarios de Moscú habían llegado a Crimea en aviones distintos. Según miembros del Sindicato Independiente de Pilotos, los conjurados del Comité Estatal de Emergencia salieron de una base del aeropuerto de Vnukovo-2 en un Il-62, que despegó discretamente y sin ningún protocolo a las 14.18 hora de Moscú (13.18 en España). En otro avión, un T- 134, viajaban Silaeiv, además del vicepresidente de Rusia Alexander Rutskoi y el ex ministro del Interior, Vadim Bakatin, así como el miembro del Consejo de Seguridad de la URSS, Evgueni Primakov. En Forós, siempre según el sindicato de pilotos, les prohibieron aterrizar y sólo una intervención de Borís Yeltsin ante las autoridades aéreas permitió que el aparato aterrizara. En realidad, los aviones que despegaron ayer de Moscú con dirección a Crimea fueron más. Entre ellos estaba el Il-62 enviado a recoger al presidente y otro que había despegado sin pasajeros. Al salir de su aislamiento, Gorbachov comenzó a llamar por teléfono, una actividad a la que el presidente es muy aficionado y que no había desarrollado desde que le cortaron las comunicaciones el domingo 18 de agosto sobre las cinco de la tarde. Eso fue poco después de conversar con su asesor personal, Gueorgui Shajnazarov, y confirmar su cita para volar juntos a Moscú al día siguiente. Una cita a la que el presidente no acudió.

Entre quienes recibieron una llamada telefónica de Gorbachov liberado estaba el presidente de EE UU, George Bush, y los presidente de Rusia y Kazajstan. Gorbachov habló con Borís Yeltsin a las 6.30 de la tarde, según manifestó el portavoz de prensa del presidente ruso, Pável Voshanov, que no dio detalles de la conversación. Gorbachov dijo que "se había encontrado bien todo el tiempo y no había estado enfermo ni un momento".

Nazarbaiev aprovechó la llamada dé Gobarchov para recomendar a éste que no recibiera a los miembros de la junta golpista. Gorbachov explicó al presidente de Kazajstan que había estado totalmente aislado en su dacha y que su salud era normal.

A tenor de las informaciones disponibles ayer, entre los visitantes de Gorbachov no se hallaba el vicepresidente Guennadi Yanáyev, cuyo paradero se desconocía. Al encuentro con Gorbachov habían viajado Oleg Baklanov, vicepresidente del Consejo de Defensa; Vladímir Kriuclikov, presidente del KGB; Dmitri Yázov, ministro de Defensa soviético, y Aleksandr Tiziakov, presidente de la Unión de Empresarios Estatales de la URSS, según Nazarbaiev. El sindicato de pilotos calculaba que habían viajado a Forós entre cinco y siete de los ocho conjurados.

Tal véz no todas las llamadas que hizo dorbachov antes de regresar a Moscú fueran agradables. A Vladímir Sherbakov, primer vicepresidente del Gobierno soviético, Gorbachov le dio un expeditivo plazo de dos minutos para hablar, y a Sherbakov no le dio tiempo de decir casi nada, según puso de manifiesto en la conferencia de prensa, llena de contradicciones e incoherencias, dada anoche por este funcionarío. "Por el tono de las palabras que me dijo, me quedó claro que volvía enseguida", dijo Sherbakov, según el cual, Gorbachov había dictado a Leonid Kravchenko, presidente de la radiotelevisión soviética -destituido ayer por Yeltsin-, el texto de un mensaje que debería haber sido pasado ayer en el noticiario nocturno. Tal mensaje, si de verdad existió no fue transmitido.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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