El triunfo de María Bayo
El anuncio de Cosí fan tutte, protagonizado por Teresa Berganza y María Bayo, había despertado gran expectación en el público asiduo a la quincena musical donostiarra. Sin duda constituía uno de sus puntos más altos, pero la Berganza, por indisposición que afecta a sus cuerdas vocales, suspendió su actuación y fue sustituida por la mezzo Lenka Smidova, una Dorabella experta que cantó con brillantez y cierto toque de pasión, pero que actuó, en lo teatral, un tanto amanerada.Fue estrella absoluta de la representación del teatro Victoria Eugenia, María Bayo, nombre joven que pisa ya los umbrales de la fama. La Bayo hace una Fiordiligi deliciosa, en lo vocal y en lo escénico. Su personalidad posee gran atractivo y en todo momento parece estar tocada por la gracia. Ignoro si María Bayo ha trabajado alguna vez con Berganza, pero es evidente que, a la hora de abordar Mozart, la tiene como excelente ejemplo. Mas, a pesar de sus pocos años, la Bayo tiene ya muchas cosas propias que decir, exhibe una afinación perfecta. Su triunfo fue muy grande. Junto a la pareja de engañadoras, hay que destacar a la enredadora Despina, que en manos de Gloria Fabuel alcanzó todos los matices con los que Mozart adornó al personaje y se divirtió de lo lindo para que, a través de los siglos, nos divirtiéramos los demás. De ellos, lo mejor corrió a cargo de Carlos Chausson, en el papel del enredador máximo de la pieza. Es cantante y actor que no decepciona jamás, ya que posee un eclepticismo interpretativo que le permite hacer con autenticidad los tipos más diversos. Su materia vocal es bella y noble, como su línea y su experiencia muy notable.
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