Los golpistas amenazan a Yeltsin por su "disonancia"

Una unidad de tanques, dirigidos por el comandante Serguei Yevdokimov, de la División Tamanskaia, se apostó anoche junto al Parlamento ruso, conocido como la Casa Blanca, con intención de defender al presidente Borís Yeltsin de un posible asalto de las fuerzas del Ejército de la URSS sometidas al comité golpista. Los carros leales a Yeltsin llevaban entre sus tripulantes a diputados rusos. El Comité Estatal de Emergencia considera a Yeltsin como una voz disonante. Por otra parte, un hombre resultó muerto y otro herido por fuerzas soviéticas en Riga, capital de Letonia, según France Presse.

En un comunicado emitido anoche, el organismo golpista manifestó que el llamamiento a la resistencia firmado por Yeltsin y Ruslán Jazbulatov, presidente del Sóviet Supremo de Rusia en funciones, es una "disonancia" en este "crítico momento" e incita al enfrentamiento.El Comité dijo limitarse en esta ocasión "a advertir contra la falta de responsabilidad y los pasos precipitados", dando a entender que podía pasar a una acción más expeditiva si el líder ruso persiste en su oposición al golpe de Estado. "Otra vez, en la dirección rusa ha imperado la ambición", afirmaba el comunicado golpista, según el cual el pueblo espera "correcciones" en la política de los dirigentes rusos.

Yeltsin hizo ayer un dramático llamamiento al Ejército para que no apoye el golpe de Estado comunista y no permita que el "reino del terror" se imponga en la URSS. "Soldados, oficiales y generales", dijo Yeltsin, las nubes del terror y la dictadura se extienden sobre todo el país". "Soldados", continuó Yeltsin, "en esta trágica hora creo que podéis hacer la elección correcta. El honor y la gloria de los militares de Rusia no debe mancharse con la sangre del pueblo. En este trágico momento para Rusia, me dirijo a vosotros. No dejéis que os atrapen en una red de mentiras, promesas y llamamientos demagógicos al deber militar"

Una decena de carros de la División Tamanskaia reforzó con su presencia a los miles de moscovitas que, alrededor de la Casa Blanca, construyeron barricadas hasta bloquear los accesos al edificio.

Nuevo decreto

Yeltsin promulgó ayer un decreto, de acuerdo con el cual todos los órganos de poder ejecutivo de la URSS en el territorio de la Federación Rusa, incluido el KGB, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa, pasan a jurisdicción directa del presidente de Rusia. El Comité de Seguridad del Estado Ruso, el Ministerio del Interior de esta república y el Comité de Defensa de la misma pasan a ejercer temporalmente las funciones de los órganos correspondientes en territorio de la misma. El presidente de Rusia ordenó a la Fiscalía de la República tomar medidas inmediatas para procesar a los altos cargos que se nieguen a actuar de acuerdo con la Constitución.Antes, Borís Yeltsin había declarado ilegal el golpe de Estado y había exhortado a la huelga general como respuesta a la acción que en la noche del 18 al 19 de agosto frustró los intentos de firmar el Tratado de la Unión, que hubiera cambiado las relaciones de poder en la URSS. La huelga caló ayer mismo en la región minera de Kuzbás, pero diversas empresas importantes del país, incluida la fábrica de vehículos Zil, de Moscú, continuaban trabajando, según las primeras informaciones. Sin embargo, en diversas zonas de Siberia las autoridades locales exhortaban a los trabajadores a apoyar la huelga.

La defenestración de Gorbachov es un golpe de Estado, "reaccionario y anticonstitucional", cualesquiera que hayan sido las razones que lo han motivado, manifestó ayer Yeltsin en un comunicado redactado a primera hora de, la mañana en la dacha (casa de campo) de ArjangeIskoe, en las afueras de Moscú, donde el golpe de Estado sorprendió al presidente de Rusia.

Yeltsin, vestido de gris, con el rostro visiblemente enrojecido y el cabello blanco revuelto, intervino en una emotiva rueda de prensa celebrada a mediodía en el Parlamento ruso. Yeltsin vinculó directamente el golpe de Estado con los preparativos para la Firma del Tratado de la Unión y dijo que la inmediatez de la firma, prevista para el 20 de agosto, había causado el "odio de las fuerzas reaccionarias, las había empujado al intento irresponsable y aventurerista de resolver complejos problemas políticos y económicos mediante la fuerza". "El uso de la fuerza es inaceptable. Desacredita a la URSS, socava nuestro prestigio en la sociedad mundial, nos devuelve a la época de la guerra fría y al aislamiento de la URSS de la comunidad mundial", señaló Yeltsin.

El Presídium del Parlamento ruso se reunió a las 10.30 de la mañana, bajo la dirección del vicepresidente de Rusia, coronel Alexandr Rutskoi, y del presidente del Sóviet Supremo de Rusia en funciones, Ruslán Jazbulatov. De los 30 miembros del Presídium, acudieron 17. De ellos, sólo 12 apoyaron el texto de condena al golpe. Dos dirigentes rusos, VIadímir Isakov, presidente de una de las dos cámaras del Parlamento, y Borís Isalev, vicepresidente del Gobierno, votaron en contra. Ambos habían tratado de defenestrar a Yeltsin al frente de la República Rusa.

Según Jazbulatov, Yeltsin intentó hablar por teléfono con Gorbachov, pero le respondieron que éste estaba descansando.