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GOLPE DE ESTADO EN LA U.R.S.S.

La madrugada más larga

R.F. La noche del domingo 18 Guennadi Yanáyev firma el decreto por el que se convierte en presidente en funciones de la URSS, así como el mensaje a los jefes de Estado y de Gobierno y al secretario general de la ONU. Anatoli Lukiánov, presidente del Sóviet Supremo de la URSS, firma el comunicado sobre su posición ante el proyecto de Tratado de la Unión que debería haberse firmado hoy, martes. En él lo critica e incluso propone someterlo a referéndum.

A las cuatro de la madrugada de ayer, lunes 19, las tropas son despertadas y puestas en estado de alerta. Carros de combate y tanques avanzan hacia la capital, pero entrarán sólo después de las 10 de la mañana.

A las seis de la mañana la radio y la televisión comienzan sus transmisiones con el decreto y el comunicado de Yanáyev, y con el mensaje del Comité Estatal para el Estado de Emergencia firmado por Yanáyev, el primer ministro Valentín Pávlov y el vicepresidente del Consejo de Defensa, Oleg BakIánov.

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Mientras tanto, Yeltsin, que se encuentra en su dacha de Arjánguelskoye, se entera del golpe de Estado y viaja a Moscú. Trata infructuosamente de entrar a su despacho del Kremlin y opta por ir a la Casa Blanca, sede del Parlamento ruso. Allí, a las diez y media, se reúne el Presídium del SóvIet Supremo de Rusia y se convoca una sesión extraordinaria para mañana miércoles. Al mediodía, Yeltsin da una conferencia de prensa.

La radio y la televisión rusa no podrán salir al aire hasta mañana, según órdenes de Leonid Kráchvenko, jefe de la Compañía de Radio y Televisión de la URSS. A las ocho de la mañana la policía clausura la radio independiente Eco de Moscú y a las 11.30 cierra la plaza Roja.

Partidarios de Yeltsin

Entretanto, frente a ella, en la plaza Maniézhnaya, comienzan a reunirse los partidarios de Yeltsin. A las 12.30 empiezan a bajar los tanques hacia Ja plaza Maniézhnaya. La multitud bloquea la avenida Carlos Marx, adyacente a la plaza, y cierra el paso a los carros de combate. Desde uno de ellos, un diputado del Ayuntamiento lee el mensaje de Yeltsin en el que llama a la huelga general. A las dos de la tarde la muchedumbre se dirige a la Casa Blanca. Yeltsin sube a un carro de combate y habla a la multitud.

A las cinco, Yanáyev da una conferencia de prensa en la que asegura que la salud de Gorbachov es precaria, que se está recuperando en Crimea, y que cuando esté bien rétor nará "a sus funciones".

Decreta el estado de excepción en Moscú y el comité de emergencia prohíbe la publicación de todos los periódicos a excepción de nueve. De los permitidos hay sólo uno más o menos progresista: Izvestia.

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