Alivio en Londres por la moderación del recorte y la caída de la inflación

, La inflación bajó ayer un nuevo peldaño en el Reino Unido. Los precios se redujeron un 0,3% en julio, lo que sitúa la tasa anual en el 5,5% y hace muy verosímil la predicción oficial de que en 1992 se llegará al 4%, tras un vertiginoso deslizamiento desde el 11% en que se encontraba hace menos de un año. A pesar de la subida de tipos desencadenada en la llamada zona marco por la decisión del Bundesbank, la confirmación de que la batalla contra el alza de los precios se está ganando augura una muy próxima reducción de los tipos de interés ingleses, que se mantienen en un 11%.

Hace semanas que existe una inusual unanimidad en torno a la necesidad de reducir los tipos de interés para reactivar la economía. El Reino Unido se encuentra sumido en una profunda recesión, y los indicadores más recientes no incitan al optimismo. En julio desaparecieron 67.800 puestos de trabajo, elevando el número de desempleados hasta los 2,36 millones de personas, un 8,3% de la población activa. Los bancos se quedan cada día con 200 casas cuyos propietarios no pueden pagar la hipoteca. Y el índice de inversión industrial ha caído un 28% en los últimos 12 meses. El Banco de Inglaterra ni siquiera se atreve a aventurar que, tras tocar fondo, la economía británica vaya a remontar.

La City respira

El moderado aumento de los tipos de interés decidido por el Bundesbank fue acogido en la City londinense con un respiro de alivio. Muchos temían un incremento superior, que dificultara o impidiera la esperada reducción de los intereses británicos. La Bolsa de Londres subió ayer 11,3 puntos en el índice Financial Times, reflejando la buena acogida del mercado a la actitud moderada del Bundesbank -todos esperaban que el llamado tipo lombardo subiera 0,50 puntos, en lugar de los 0,25 acordados- y al descenso de la inflación.La esperanza ahora es que la prevista suavización de los tipos de interés sea lo bastante rápida y rotunda para activar la demanda doméstica, que no ha dejado de contraerse en los últimos 12 meses, y ello lleve consigo un mayor optimismo industrial y un aumento de la producción.

El alza de los costes laborales ha venido frenándose en los seis últimos meses, y se sitúa ahora en un 8,2% anual -de junio a junio-, bastante menor que el 10,2% registrado entre junio de 1989 y junio de 1990. Según los analistas, este dato confirma que la inflación está vencida y que los tipos deben ser reducidos sin demora a pesar del Bundesbank. No obstante, economistas del Banco de Inglaterra ya adelantaron que los descensos serán reducidos y no inmediatos.