Juan Pablo II se reunirá hoy en Polonia con un millón de jóvenes de 80 países
El papa Juan Pablo II volvió ayer a Polonia para iniciar el cuarto peregrinaje a su patria. El punto central de la visita es el encuentro con casi un millón de jóvenes de 80 países, entre ellos más de 600.000 soviéticos, que mantendrá hoy y mañana en el santuario de Jasna Gora, en el marco del VI Día Mundial de la Juventud.
El peregrinaje terminará el viernes, día en que comenzará la primera visita de Juan Pablo II a Hungría. En la jornada de ayer, el Papa celebró una misa en la plaza del mercado de Catolia, ciudad en la que fue obispo antes de ser elevado a su actual dignidad.Fuentes eclesiásticas señalaron que el Pontífice siempre había deseado oficiar la misa en ese lugar histórico, pero se lo denegaron en repetidas ocasiones las autoridades comunistas.
Al igual que en la primera fase de su peregrinación, en Junio, también ayer criticó el Papa tajantemente el materialismo -"que vuelve constantemente bajo diversas formas"- y el agnosticisino. En la homilía, Juan Pablo II comparó con la idolatría "el programa del hombre de finales del siglo XX: vivamos como si Dios no existiera". "Si Dios no existe", afirmó el Pontífice, "todo está permitido, según dijo Dostolevski. Estamos fuera del bien y del mal, tal como señaló Nietzsche", recordó Juan Pablo Il. El Papa polaco calificó de "elocuentes y terribles" las experiencias vividas por la humanidad, "que demuestran lo que significa en realidad este programa nietzscheano".
La visita de Juan Pablo II coincide con los esfuerzos de la Iglesia polaca que, ante la oleada del temido materialismo venido del mundo occidental, procura mantener el liderazgo espiritual en la sociedad, conseguido, paradójicarnente, en tiempos del régimen comunista. En la víspera del viaje papal, el primado de Polonia, Jozef Glemp, enumeró, en entrevista con la televisión polaca, a los "opositores a la Iglesia": marxistas, liberales y "católicos progresistas", que desearían que la Iglesia fuera más moderna.
Contundente reacción
Las palabras del primado Glemp, que comparó a algunos de sus polemistas con "lobos", evocando sus anteriores declaraciones sobre "perritos bastardos", causaron -una reacción contundente y sin precedentes en Adam Michnik, director del principal diario polaco, Gazeta Wyborcza. Según este antiguo líder de la oposición antitotalitaria, el lenguaje del primado Glemp "no es el del diálogo y está falto de respeto a las personas que piensan de otra manera. Despierta preocupación".A pesar de que la acogida de Juan Pablo II careció ayer de carácter oficial, en el aeropuerto de Cracovia se arrodillaron ante el Pontífice el presidente de Polonia, Lech Walesa, y el primer minitro, Jan Krzysztof Bielecki. Después de una breve conversación con Walesa, el Papa se dirigió hacia un centenar de fieles que le esperaban en el aeropuerto. En el cementerio, rezó por sus padres fallecidos, Emilia y Karol, y por su hermano Edmund.
Acto seguido, Juan Pablo II se desplazó al hospital pediátrico de Cracovia, donado hace 25 años por las autoridades de Estados Unidos y la comunidad polaca en ese país. Al dirigirse a los niños enfermos, el Pontífice comparó este centro médico con "un particular santuario del sufrimiento humano", "un paso en el vía crucis donde se permite el encuentro con Dios y sirve como purificación para los pasos siguientes". "¿Habrá algo que purifique mejor y aproxime más al Todopoderoso y Santo Dios que el sufrimiento y el sacrificio de un hombre inocente?", preguntó Juan Pablo II durante su alocución en el hospital infantil.
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