El Rasputin de Lima
La falta de un partido que le apoye y de un equipo de Gobierno, junto con una personalidad desconfiada y la costumbre de trabajar en ámbitos reducidos han originado que Alberto Fujimori se rodee de consejeros que ejercen fuerte influencia en una gestión de Gobierno sin transparecia ni control.El más oscuro y siniestro de los asesores de Fujimori huye de los fotógrafos como de la peste. En torno de él se ha tejido toda una leyenda de personaje misterioso. Dicen que sólo se acerca por las noches al Palacio de Gobierno. Se trata del ex capitán de artillería del Ejército VIadimiro Montesinos. La revista Caretas no dudó en calificarle de "un nuevo Rasputín".
Montesinos procede de una familia de Arequipa con antecedentes de vinculaciones con la izquierda. Ingresó en el Ejército, donde llegó al grado de capitán y ocupó puestos de asesor de altos militares durante la fase final de la dictadura. Se movió en el submundo de los servicios de inteligencia, y por sus manejos estuvo acusado de vender información militar. El 28 de septiembre de 1976 le dieron de baja en el Ejército y, en 1977, el Consejo Supremo de Justicia Militar lo condenó por "falsedad y desobediencia" Una causa por "traición a la patria" quedó sobreseída en 1984.
Después, Montesinos estudió Derecho y abrió un bufete en Lima. La revista Caretas lo acusó de haber actuado como avalista de narcotraficantes colombianos y abogado de personas vinculadas al narcotráfico. Hoy Montesinos es el principal asesor de Fujimori en la sombra en temas tan delicados como los militares, los policiales y los de inteligencia. A las preguntas sobre las funciones de Montesinos, Fujimori ha respondio que se trata simplemente de su abogado. Los iniciados en los intríngulis de la política peruana aseguran que sólo con pactos bajo cuerda y un asesoramiento que muchos atribuyen a Montesinos pudo Fujimori a las pocas horas de haber asumido la presidencia, realizar un descabezamiento de las cúpulas policiales y de las Fuerzas Armadas sin desencadenar un golpe de Estado. El senador Bernales lo describe como un ser "inasible que le viene a Fujimori como anillo al dedo. Hace años que nadie le ve la cara. Se dice que va a palacio por las noches. Es un ser rocambolesco, con una nocturnidad que lo asemeja a los vampiros. No se puede determinar exactamente su influencia".
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