Como un ataque de amnesia

Edward Austin Tracy, que ha pasado más de cinco años en cautividad sin acceso a periódicos, televisión o radio, casi con toda seguridad experimentará su recién estrenada libertad como un "pliegue en el tiempo", de acuerdo con investigaciones realizadas sobre la conducta tras situaciones traumáticas.Cuando Tracy fue secuestrado, "el muro de Berlín estaba levantado, se vivía en plena guerra fría y la Europa del Este era parte del bloque comunista", dice Jack Smith, director del National Center for Stress Recovery. "Desde entonces, ha habido una guerra en Oriente Próximo y Siria ha pasado de enemigo a aliado. Tracy va a ver un mundo completamente diferente". De hecho, Robert Polhill, liberado el año pasado tras permanecer 39 meses cautivo en Beirut, recuerda que "el mundo comunista se derrumbó por completo en mi ausencia y yo no tenía ni idea. Fue una conmoción enorme".

El doctor Edna J. Hunter, presidente del Comité Consultivo sobre Prisioneros de Guerra, afirma que observó el mismo fenómeno durante su trabajo con los capturados en Vietnam en la década de los setenta. "Cuando se les decía que habíamos tenido a un hombre andando por la luna, ellos pensaban que les estábamos tomando el pelo", dice Hunter. "La gente les hablará [a estos nuevos liberados] sobre acontecimientos internacionales y ellos se sentirán como si hubieran sufrido un ataque de amnesIa durante varios años".

Sin embargo, David Jacobsen, otro ex rehén, discrepa de los análisis catastrotístas que les atribuyen secuelas durante años. "Los expertos", afirma, "están equivocados; ellos nunca han vivido una situación similar. Yo no tuve pesadillas, vueltas atrás, nada de lo que la gente se imagina. Lo que sí ocurre es que recuerdas a los rehenes que permanecen allí. Tú sabes el infierno que están pasando".