Ayuda consular

Con fecha 15 del pasado mes de julio, hallándome en Tánger, por error unos amigos se trajeron mi pasaporte en su equipaje. Dándome cuenta de esto y teniendo que embarcar horas más tarde, acudí al consulado, donde expuse a un funcionario la necesidad imperiosa que tenía de regresar a la Península, por estar en tratamiento médico por neurosis depresiva y necesitando, además, por padecer síndrome de Dupin, un régimen especial de alimentación. Dicho funcionario me contestó que sí, que podía ser verdad, pero que los pasaportes se están vendiendo en Tánger por mucho dinero y no me ofreció otra solución que la de que un amigo viniera a Tánger con mi pasaporte, sin pararse a efectuar gestión alguna ni ofrecerme la más mínima ayuda.Partiendo el amigo que me acompañaba en busca del pasaporte en cuestión, al verme solo en el puerto sufrí una fuerte depresión, recibiendo ayuda de un doctor marroquí, con un puesto de dirección en el puerto de Tánger, que puso para que me atendiera a un auxiliar de la Media Luna Roja, y prestándome él personalmente ayuda hasta que embarqué el día 16 a la una de la madrugada. Sirvan estas líneas para expresarle mi agradecimiento, y para manifestar públicamente esta pregunta. ¿Para qué man-

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tiene la Administración, o para quién, un consulado en Tánger si deja en total desatención la petición de ayuda de un súbdito español?.-