i"Albania,no, Albania no"!
¡Albania no, Albania no!". Con este grito responde un grupo de refugiados albaneses en Bari a la contundente acción de la policía italiana, que, con palos y a patadas, les hace volver a la zona del puerto donde están hacinados en espera de su repatriación. De los 11.000 albaneses que llegaron el miércoles a ese y otros puertos de la península huyendo del hambre y la desesperanza, unos 4.000 ya han sido devueltos a su país.Otros 7.000 esperan el mismo destino, desesperados, sucios, mal alimentados y con riesgo de ser víctimas de epidemias.
Como mendigos bajo control militar, estos desheredados esperan, el fin de su sueño italiano, en medio de ataques de ira y espasmos de violencia. Las autoridades italianas ratificaron ayer que no quedará en el país uno solo de los refugiados. El amargo retorno forzoso a Albania continuaba ayer, sin pausa.
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