Impotencia de la CE ante la crisis yugoslava

ENVIADO ESPECIAL, Los Doce no consiguen encontrar una solución para la crisis yugoslava. Los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea se reunieron ayer de forma urgente en La Haya (Holanda) para examinar los dramáticos acontecimientos que vive Yugoslavia y, al cabo de casi cuatro horas sentados en torno a una mesa, se limitaron a anunciar que "proseguirían sus esfuerzos" a favor de una solución pacífica. El problema queda ahora en manos de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) que se reunirá a partir de mañana en Praga(Checoslovaquia). "Yo creo que este mismo verano tendremos una cumbre ministerial de la CSCE, con James Baker Isecretario de Estado norteamericano] y Alexandr Besmértnij [su homólogo soviético]" aventuró el ministro español, Francisco Fernández Ordóñez.

La impresión dominante entre los ministros de los Doce era que el conflicto yugoslavo se deslizará hacia organismos extraeuropeos, como Naciones Unidas. De momento, todos aceptaron la iniciativa francobritánica de "informar" -sin pedir con ello una resolución- al Consejo de Seguridad de la ONU. Francia y Reino Unido, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, darán noticia a este organismo de las gestiones de la CE. Se da por supuesto que, en caso de guerra civil abierta, sería la ONU quien. debería tomar directamente las riendas del asunto.Por lo demás, ni se concretaron medidas de presión económica contra Serbia, a la que los Doce consideran responsable del fracaso de la cuarta visita de la troika comunitaria a Yugoslavia, el pasado fin de semana, ni se articuló ningún mecanismo para que la Unión Europea Occidental (UEO) envíe fuerzas militares a la zona de conflicto.

Sobre una hipotética actuación de la UEO, en la que participan todos los países de la CE menos Dinamarca, Irlanda y Grecia, los Doce decidieron dar instrucciones a sus embajadores ante este organismo para que estudien de qué forma sería posible una contribución militar " que nunca sería pacificadora, sino garante de un alto el,fuego ya establecido entre las partes enfrentadas", en palabras de Fernández Ordóñez.

La UEO comenzará hoy mismo a sopesar esta cuestión en su sede londinense. Francia, que antes de la reunión de La Haya se había mostrado claramente partidaria del envío de soldados comunitarios, se mostró ayer mucho más moderada en este aspecto y aceptó que hace falta " un periodo de reflexión".

Sanciones económicas

En lo que se refiere a las sanciones contra Serbia, también quedaron "en estudio". Aunque el comunicado no cita en ningún momento a Serbia, sí "condena el continuo uso de la fuerza y los intentos por parte de alguna república [yugoslava] de imponerse por la fuerza a otras repúblicas", "Es un claro aviso a Serbia", dijo el ministro español, ,aunque si uno se remonta a semanas atrás hay que convenir que no fue Serbia quien empezó a efectuar declaraciones unilaterales de independencia".La posibilidad de sancionar económicamente a Serbia, sugerida por Alemania, fue bien acogida, pero es dificil de poner en práctica ya que Yugoslavia sigue siendo, al menos en teoría, un solo país, dentro del cual habría que discriminar a unas repúblicas de otras. Sin embargo, se instó a la Comisión Europea a que estudie las fórmulas técnicas que puedan hacer posibles las sanciones "contra las partes que rechazan el alto el fuego", si bien al eficacia de tales sanciones podría ser escasa.

La CE no quiere perder la posición de neutralidad que ha mantenído hasta ahora. No descarta, además, que Serbia atempere su actual beligerancia. Hay algunos indicios, leves por el momento, que inducen a pensar que éso podría suceder", comentó Fernández Ordóñez, sugiriendo que Belgrado podría dar marcha atrás y recuperar los acu,l,rdos alcanzados el 7 de junio en Brioni por las repúblicas yugoslavas y los Doce.

Los ministros insistieron en que la CE "no tira la toalla" respecto al problema yugoslavo, ya que "afecta al conjunto del proceso de construcción europea". Y subrayaron nuevamente que no tolerarían ninguna alteración de las fronteras yugoslavas "internas o externas" obtenida por la fuerza.

"La opinión pública internacional no aceptaría una sangrienta guerra civil en pleno corazón de Europa", precisó el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, "y por tanto estamos comprometidos a hacer todo lo posible para evitarla".

Por su parte, los ministros de Defensa de España y Francia Julián García Vargas y Pierre Joxe, coincidieron ayer en senalar en Oviedo que cualquier iniciativa de mediación para la solución del conflicto yugoslavo por parte de los países europeos debe ser solicitada y aceptada previamente por las autoridades del país en conflicto, y que las posibilidades hasta ahora barajadas son hipótesis de trabajo y en ningún caso decisiones firmes, informa Javier Cuartas. Vargas precisó que la intervención militar de interposición "es una posibilidad lejana y sobre la que no conviene pronunciarse".