Conciencia ecológica

En relación con un artículo sobre la crisis del sector turístico en España titulado Crisis en la primera industria nacional, aparecido en las páginas de Negocios de EL PAÍS el domingo 30 de junio, deseo expresar lo más brevemente posible mi opinión sobre un punto completamente ignorado por el autor, Juan Manuel Zafra, y que, a mi parecer, se halla en directa relación con este tema.Cuando se lleva viviendo varios años en el extranjero se tiende a valorar ciertos aspectos del país en el que se vive e, inevitablemente, a comparar con tu país de origen. Así es que cuando los alemanes salen de vacaciones al extranjero, la conciencia ecologista que en casi cada uno de ellos reside, fomentada desde la escuela primaria hasta el puesto de trabajo, pasando por la familia, no les abandona.

Son muchos los alemanes que nos visitan cada año, cada vez más los que nos visitaban. Recogiendo opiniones de todos ellos, se llega fácilmente a la conclusión de que no sólo es la contaminación y suciedad de nuestras playas y ríos lo que les molesta. El no poder echar la botella de cristal o los periódicos y revistas ya leídos al contenedor correspondiente para su posterior reciclaje les desagrada sobremanera. Y un largo etcétera.

Con la sospecha de que la futura unión europea no nos va a sacar las castañas del fuego en este terreno, pero eso sí, con la esperanza colectiva de que la actual degradación ambiental en nuestro país vaya a menos. Pues aquí la culpa no sólo la tiene el Gobierno.