Los árboles y el bosque
En el contexto de este plan se han materializado ya inversiones en Argentina, Chile y Puerto Rico, y se están estudiando las posibilidades de expansión en espacios complementarlos, -Paraguay, Uruguay, subregiones brasileñas, Venezuela, República Dominicana y México, entre otros-. Las inversiones materializadas representan cuantitativamente un 1,37% del activo total de Telefónica y cualitativamente, además de aportar significativos ingresos, procedentes de inversiones altamente rentables, están potenciando el tráfico internacional manejado por Telefónica y la actividad de empresas del grupo, a la vez que fortalecen nuestra posición negociadora en el contexto internacional.Sólo si se dispone de activos internacionales -participaciones en negocios- es posible jugar un papel en el reparto de los mercados, el cual cada vez más se realiza a través del intercambio de participaciones en consorcios de grupos con intereses afines y complementarios. De esta forma, a través del intercambio de participaciones, se puede desarrollar una estrategia de penetración más allá de los espacios en donde se es inicialmente más competitivo. A este respecto, la posesión de activos internacionales por parte de Telefónica (10% T. Argentina, 20% Entel Chile, 44% C.T.C. Chile, 51% Teleintar, 51% Estartel, 17% T.H.A.) multiplica las posibilidades de participar en alianzas con operadoras para la presentación de ofertas y toma de paquetes accionariales.
La internacionalización de Telefónica viene centrada en espacios definidos por la existencia de oportunidades sectoriales y nacionales y por las posibles ventajas comparativas que definen la posición empresarial en un momento dado. La misma, se está haciendo a través de la presentación de ofertas en los procesos de privatización, como mediante la participación en nuevos consorcios internacionales para servicios avanzados.
Una vez vistos el dónde, cómo y quién, es de sumo interés resumir el porqué y para qué. La internacionalización de Telefónica está teniendo lugar porque la compañía puede hacerlo: por el sector en que está inmersa -tendencia a la globalización de los servicios- y porque dispone, por tamaño, de recursos para invertir y activos para intercambiar. Lo primero viene explicado por la dinámica del sector de las telecomunicaciones que impone el competir más allá del terreno nacional, tanto por razones de mantener y/o ganar mercado, como de interdependencia y globalización. Estos motivos evidencian claramente la oportunidad del apoyo y desarrollo de la internacionalización de Telefónica y de aquellas empresas de su grupo y sector, no sólo para que no sean marginadas internacionalmente, sino porque pueden beneficiarse del desarrollo de uno de los sectores más dinámicos del contexto mundial y punto neurálgico del desarrollo económico. El modelo actualmente en formación en el sector de las telecomunicaciones no es otro que el de un sector que, respetando la soberanía en la administración de los recursos y normativa internacional que lo regule, promueve la libertad de movimientos, establecimiento e intercambios, primero por integración regional y subregional, y luego, a través de la integración mundial. En consecuencia, la no marginación exige la decisión de participar allí donde sea posible operativamente y viable económicamente hacerlo.
Este contexto explica el por qué y en parte el para qué de la internacionalización real de Telefónica. Esto último, se complementa con la idea fija y motor que mueve todo negocio: la búsqueda de rentabilidades apropiadas, leit motiv de nuestro, y de todo proceso de internacionalización.
Grupos industriales
La experiencia muestra que la internacionalización de una economía requiere: la existencia de grupos industriales con tamaño apropiado; la existencia de agentes económicos con formación y capacidad para el desenvolvimiento internacional y con disponibilidad de fondos directos o indirectos para promover la actividad internacional, y, cómo no, la aparición de oportunidades que garanticen el éxito económico de la operación. Todo ello existe en la economía española aunque no en todos los ámbitos del tejido empresarial. En consecuencia, potenciemos lo existente, facilitemos las actuaciones futuras y desarrollemos lo incipiente. Un plan de internacionalización no sólo genérico sino específico y selectivo, es un paso indispensable para que nuestra economía rompa el aislacionismo internacional y se adentre con fuerza y poder en el concierto mundial.
En general, el perfil más adecuado de las unidades empresariales y agentes con capacidad de internacionalización, se encuentra en los sectores más dinámicos económica y tecnológicamente. A todos ellos, y a cada uno en particular, corresponde valorar sus decisiones en un marco sectorial de eficacia. Pero, a la vez, se precisa un marco global, y no sólo de carácter fiscal, de profundización, apoyo y desarrollo de las iniciativas internacionales.
A este respecto, creo de interés citar algo que no hay que hacer. Existen diferentes tentaciones que limitan y frenan la posible internacionalización real de la economía. Resaltan, por ser de común apariencia, las manifestaciones de aquellos que pretenden "primero resolver lo de aquí, y, luego lanzarte a las aventuras internacionales", y también la de los que demandan la petición de resultados inmediatos.
Ni una. ni la otra actuación resultan adecuadas. Al margen de que siempre se deben solucionar los problemas y se solucionan con el ritmo que imponen las circunstancias, sui existencia no debe limitar la ¡nternacionalización, salvo que ambos sean fenómenos incompatibles. Las oportunidades para internacionalizarse surgen en su momento, y es entonces, cuando las condiciones permiten el tomar estas participaciones y ocupar un puesto en el contexto internacional. La oportunidad de las mismas se debe de juzgar por el reridimiento esperado, el cual, de ser apropiado, contribuirá con sus frutos a las mejoras intemas. En este sentido, no son aventuras, sino una buena asignación de los recursos, aunque eso sí, en otros espacios.
La pretensión de búsqueda de resultados, inmediatos, tampoco es apropiada, son procesos que tardan. en rnadurai. Felicitamos la ideade, un plan internacional. Además de oportuno, es necesario. Discutámoslo en el contexto de la realidad global y no lo cifiamos a aspectos que, aunque siendo altamente relevantes -trato fiscal de las inversiones en el exterior- son pequeñeces en términos de lo que representa o no una presencla significativa en el contexto y panorama económico mundial. Que los árboles no impidan ver el bosque.
es consejero delegado de Telefónica Internacional.
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