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LA NUEVA URSS

Gorbachov anuncia que ya hay Tratado de la Unión

Pilar Bonet

El presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, echó las campanas al vuelo en la madrugada de ayer y anunció que se daba por finalizada la elaboración del Tratado de la Unión, el documento base del futuro Estado soviético. Eran las dos de la mañana (una de la madrugada en la España peninsular) cuando Gorbachov apareció ante los periodistas soviéticos que habían esperado en la dacha (casa de campo) de Novo Ogoriovo, en las afueras de Moscú, durante las 12 horas que duró la cumbre interrepublicana, a la cual asistían los líderes de las nueve repúblicas soviéticas embarcadas en la confección del Tratado de la Unión y el presidente de Armenia, Levón Ter Petrosián.

El líder del Kremlin, sin embargo, no dio detalles sobre las fechas previsibles para la firma, que puede ser escalonada en el tiempo según las repúblicas. Miembros del equipo presidencial habían expresado su esperanza de poder mencionar la fecha de la firma del tratado al término de la última sesión de Novo Ogoriovo. "Como resultado de la reunión se ha concertado el tratado y se ha logrado acuerdo sobre el procedimiento para firmarlo", indicó la agencia Tass.Difícil discusión

Por lo visto, la discusión de Novo Ogoriovo no fue fácil. Borís Yeltsin, el presidente de la Federación Rusa, reconoció que las labores realizadas en esta dacha están próximas a su fin. En el curso de la última sesión, dijo Yeltsin, se concertaron todos los artículos del documento, excepto el referente al sistema fiscal. Rusia y Ucrania se oponen a la creación del impuesto federal que permite al centro esquivar el control financiero de las repúblicas.

Mijaíl Gorbachov dijo ayer que lo importante es un "control" sobre el destino del impuesto federal. Yeltsin, sin embargo, puntualizó que Rusia está dispuesta a transferir al centro no una "suma fija" (según el modelo barajado hasta ahora), sino un "porcentaje de los ingresos de la república, necesariamente fijado y concertado". La diferencia, pues, sigue siendo la creación o no del impuesto federal, con las connotaciones que sobre la organización del Estado comporta. El tema iba a seguir siendo discutido ayer en la dacha.

El presidente soviético se mostró flexible en relación a las repúblicas que se han mantenido al margen del Tratado de la Unión hasta ahora. El documento, dijo, está abierto a todos, y los pueblos de las 15 repúblicas "tienen un profundo deseo de continuar colaborando. En unos casos, esta colaboración se dará en el marco de la Unión, y en otros, en distintas formas de relación con la federación renovada. La vida dirá", aseguró.

Gorbachov informó a los líderes republicanos sobre su reunión en Londres con los dirigentes de los siete países más ricos del mundo (G-7) y anunció a los periodistas que el presidente de EE UU, George Bush, tendrá contactos con líderes de las repúblicas durante su próxima visita a la URSS. Acogió calurosamente a Ter Petroslán, sobre quien parece haber hecho mella la presión militar desplegada por el Ejército soviético y las autoridades azerbaiyanas sobre la población armenía en territorio de esta república.

Por si el proyecto de Tratado de la Unión fuera poco, ante los huéspedes de la dacha aparecieron, como por arte de magia, dos proyectos más, según explicó el líder de Kazajstán, Nursultán Nazarbáiev. Se trataba de un proyecto preparado por el equipo del presidente Gorbachov, en colaboración con el Comité de Vigilancia Constitucional, y otro preparado por el Sóviet Supremo de la URSS. Los participantes en la reunión decidieron examinar únicamente las observaciones y divergencias con respecto al borrador ya concertado entre ellos el 17 de junio pasado.

Decreto conflictivo

El decreto de Borís Yeltsin, que prohíbe la existencia de células y comités del PCUS (o cualquier otro partido u organización política) en las empresas e instituciones de jurisdicción rusa, ha levantado una tormenta en medios comunistas que exigen una condena enérgica de Gorbachov. Hasta ahora, Vitali Ignatenko, el portavoz presidencial, sólo ha dicho que, en las actuales circunstancias, el decreto "contiene elementos de tensión y enfrentamiento".

Gorbachov y Yeltsin se entrevistaron en privado en un descanso de la sesión de Novo Ogoriovo, según manifestó el portavoz del segundo, Pável Vochánov, quien señaló que las relaciones entre ambos líderes son constructivas y de buena voluntad. Yeltsin dijo el martes que, a pesar del decreto, sus relaciones con Gorbachov son normales y no hay ningún enfrentamiento.

El ministro de Justicia de Rusia, Nikolái Fiódorov, anunció que quienes no cumplan el conflictivo decreto serán castigados con multas de hasta 10.000 rublos y que la resistencia puede sancionarse con la prohibición de las actividades de la entidad que la ejerza. Fiódorov añadió que el decreto no se aplicará a instituciones como el Ministerio del Interior, el Comité de Seguridad del Estado (KGB), la Fiscalía, el Tribunal Supremo y el Comité de Vigilancia Constitucional, que son de jurisdicción soviética. Gravril Popov, el alcalde de Moscú, ha advertido que piensa hacer cumplir el decreto en la capital.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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