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Entrevista:

"Quise escapar de la inexistente democracia interna del PP"

Ana Alfageme

ANA ALFAGEME, José Dávila, cargo electo para la Diputación de Salamanca, recibió una llamada telefónica en su casa del pequeño pueblo de Palacios Rubios, del que también es alcalde, a las cuatro de la tarde del día 16 de junio. Al día siguiente, a las doce, su partido iba a gobernar la diputación provincia]. Sería elegido presidente Casimiro Hernández, vicepresidente de la formación. Las urnas habían dado al PP 13 diputados, 11 al PSOE y uno al CDS. No habría sorpresas. Pero Dávila oyó que el comunicante, un portavoz de un grupo de "personas no vinculadas a la política, representantes de sectores sociales y económicos de Salamanca", recuerda, le decía: "Pepe, podríamos intentar un pacto, previo programa, para que tú seas presidente". La razón, asegura, era evitar que lo fuese Casimiro Hernández. "¿Estáis locos?", contestó. Le anunciaron que el CDS y el PSOE podrían apoyarle. Esa misma tarde, a las siete, se inició una serie de consultas que culminaron con la firma de un documento, muy entrada la madrugada del día 17. Dávila sería presidente, pero abandonaría el PP.

Dudas de última hora

El agricultor asegura que por la mañana, antes del pleno, dudó por última vez. Pero a las doce, Dávila recibió el bastón presidencial con los votos del CDS y el PSOE y su propio sufragio, ante el estupor de sus todavía compañeros de partido -"yo envié mi baja al PP con fecha de día 17 a las tres de la tarde", afirma- y del candidato Casimiro Hernández. El golpe se había fraguado. "No he cometido ningún delito. Todos los diputados son electores y elegibles. Yo lo que hice fue simplemente votarme a mí mismo", recuerda. Al pleno llegaron los diputados del PP sin saber nada; "si lo hubieran sabido, me habrían secuestrado".

El nuevo presidente fue saludado como "traidor", "bandido" y "Judas". Esa noche hubo llamadas amenazantes a su casa e incluso, más tarde, prometieron quemar la cosecha de su pequeña instalación agrícola. Al día siguiente, alcaldes, concejales y diputados del PP se manifestaron en Salamanca y el presidente local del CDS, José Luis Sagredo, tuvo que saltar por un balcón de la diputación mientras los manifestantes, a gritos, trataban de tomar su despacho. El frustrado presidente Hernández fue llevado a hombros por las calles.

"El traidor más importante desde Viriato", guarda un retrato en su casa de quien le obsequió con ese calificativo, el actual presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga. 'Traga no conoce Salamanca y le invito a que conozca parte de la cúpula de este partido". ¿Cómo ha abandonado sorpresivamente a un partido al que acompaña desde su fundación? "Yo he hecho todo lo posible para contribuir a la democracia interna y he tenido reuniones con dirigentes del PP y ha sido imposible. O se está con Casimiro o se está contra él', asegura. "No ha sido mi intención lesionar la imagen del PP".

Rechaza, contra lo apuntado por militantes del PP, móviles económicos en su decisión -"es una sandez; a mí la política me ha costado dinero"- o un ansia de poder. "Lo que estoy pasando no merecía la pena. En esta casa no va a ser una cuestión de vida y dulzura, sino más bien un valle de lágrimas. Somos administradores de los recursos de la provincia". Pero Dávila sí reconoce que Ia política, que no el poderes una "especie de droga o bicho" que le corroe.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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