Guerra inundó Las Ventas de merengue

El cantante dominicano Juan Luis Guerra consiguió anoche que la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, se quedara pequeña. Alrededor de 22.000 espectadores acudieron, entusiasmados y predispuestos, a disfrutar de un espectáculo por el que habían pagado 2.500 pesetas y en el que Guerra demostró ser el rey del merengue. Otros tuvieron menos suerte y se quedaron sin oír su canción más celebrada, Ojalá que llueva café, ya que las localidades se agotaron días antes. Los reventas hicieron su agosto pidiendo hasta 9.000 pesetas por entrada. Para su segundo y último recital, hoy, ya se han vendido todas.

El creador de Burbujas de amor o Woman del Callao es en estos momentos uno de los fenómenos sociológicos del verano. Así lo demostró anoche en Las Ventas, donde reunió a un público heterogéneo que iba desde los aficionados a la salsa hasta los jóvenes seguidores de la música pop. De entre todos destacaba una numerosa colonia de dominicanos -incluso con algunas banderas nacionales desplegadas- dispuestos a escuchar, y sobre a todo bailar, las canciones de Guerra.Alrededor de las once y media apareció en escena, vestido con una llamativa chaqueta de flores, una bufanda y su habitual sombrero negro. Inició el recital con la canción Rosalía y ya su afición le dedicó estrepitosos aplausos. El cantante estuvo acompañado por su grupo 4:40 y por un amplio plantel de músicos que incluía sección de percusión, metales, teclados, bajo y dos bailarines.

Café al escenario

En una noche calurosa, el público comenzó a bailar y moverse con cierto desenfreno a los primeros sones de Woman del Callao, y sin ningún recato cuando cayó sobre la plaza el Ojalá que llueva café. El pasado día 10, en Zaragoza, en el primer concierto de la gira, el público arrojó al escenario granos de esa semilla tropical al escucharse la canción.El intérprete dominicano ha vendido más de medio millón de copias en España de sus elepés Ojalá que llueva café y Bachata rosa; su caché ha subido de cuatro millones por actuación a veinte, y su audiencia se ha multiplicado por diez. Y es que Guera, de 34 años, educado en la universidad californiana de Berkeley, ha dejado de ser un cantautor más de merengue y bachata (especie de bolero dominicano) para convertirse en el candidato al trono de la música caribeña, que hasta ahora ocupaba Rubén Blades.

Guerra se muestra satisfecho por el éxito obtenido en España, aunque según afirmó en declaraciones recientes se siente "muy mortificado" por su condición de "grupo de moda". "Sabemos que todos los estilos tienen su techo, pero aspiramos a mantenernos gracias a la seriedad de nuestro trabajo, no a los vaivenes de las modas", declaró.

Los teloneros del concierto de anoche fueron Los Manolos, representantes del sonido lorailo. Irrumpieron en el escenario con sus rumbas y añadieron adaptaciones de Los Beatles o Frank Sinatra.