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El Gobierno italiano quiere acabar con el médico-funcionario

España e Italia son los dos únicos países de Occidente que mantienen al médico como funcionario público, "con la consiguiente falta de competitividad interna y de estímulos para la mejora de la profesionalidad de la clase médica", según indicó ayer el ministro italiano de Sanidad, el liberal Francesco de Lorenzo, durante la presentación del estudio Médicos y Estado en el mundo occidental. Cultura política y profesionalidad médica, realizado por la Fundación Arel, ligada al senador democristiano Nino Andreatta. De Lorenzo defendió en este marco su proyecto de reforma del estatuto del médico, que pretende acabar con esta situación mediante la introducción de contratos por cinco años, de sistemas de traslados y despidos, así como de incentivos . "La ley se mueve en una dirección de cambio. Los sindicatos se oponen a ella, pero lo hacen porque los médicos temen perder privilegios adquiridos desde una posición de empleo público que no ha contribuido a la eficacia del sistema", dijo De Lorenzo, tras señalar que España e Italia son también los países que presentan la mayor densidad de médicos por habitantes.Giorgio Freddi, profesor de Análisis Político en la Universidad de Bolonia, que ha dirigido el estudio, destaca que la sanidad española, aun perteneciendo al mismo ámbito sistemático que las del Reino Unido, Francia y Suecia, constituye un caso peculiar y límite de "degeneración burocrática". "Una profesión médica nutrida y criada por el Estado -no reforzada por el amplio y sólido conjunto de reconocimientos sociales que constituyen la premisa de un reconocimiento estatutario negociado y equilibrado-, sigue siendo fácilmente penetrable por el Estado mismo aunque cambien radicalmente las condiciones políticas", indica Freddi, tras destacar que la influencia estatal en la clase médica española comienza con el franquismo, según el estudio de Josep Rodríguez y Jesús de Miguel, incluido en el informe.

Contra la reconversión

Por otra parte, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de España (CESM) criticó ayer las recientes declaraciones del minis tro de Sanidad español, Julían García Valverde, sobre la necesidad de modificar el actual régimen laboral de los médicos. El ministro se ha mostrado partidario de realizar tres turnos diarios en los quirófanos (mañana, tarde y noche) y fijar las remuneraciones según la productividad, suprimiendo el sueldo base. Ante esto, la CESM considera que García Valverde "da por hecho una reconversión industrial en el sistema nacional de salud como si este fuese una empresa productiva más".Según el estudio de Arel presentado en Italia, el sistema sanitario que mejor sirve al objetivo de dar una asistencia de calidad con un coste limitado es el de Alemania, vigente también en Holanda, calificado de neocorporativista. En este sistema, una representación médica en absoluto fraccionaria negocia directamente con los representantes de la mutuas, y el Estado sólo interviene a posteriori para garantizar las inversiones necesarias.

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