Unas declaraciones de Cresson desatan el asombro político
Edith Cresson ha vuelto a probar la crudeza de su lenguaje y ha despertado una nueva tormenta política. En una entrevista que difundirá hoy la cadena norteamericana de televisión ABC, la primera ministra francesa rechaza Ia vida de hormigas" de los japoneses, evoca la tradición de homosexualidal de los anglosajones y expresa su tolerancia por las relaciones extraconyugales, incluidas las de los jefes de Estado.
"¿Quién se extraña hoy en día de las aventuras amorosas de los hombres y las mujeres?", se pregunta la primera ministra. "En Estados Unidos se ocultan estas cosas y, sin embargo, existen". Cresson cita el ejemplo de John Kennedy, al que se le han atribuido numerosas relaciones extraconyugales, incluida una con Marilyn Monroe. "Fue un buen presidente, eso es todo. La preocupación de un presidente es ser un buen presidente. El resto no importa".Desde la revolución de 1789 incluso antes, un principio no escrito pero unánimemente aceptado por los franceses establece que la vida privada de los personajes públicos, comprendidas sus relaciones sentimentales, es de su mera incumbencia. Por ello, la mayoría de los franceses reaccionaron con disgusto ante la publicación por algunos diarios británicos de los rumores que afirman que las relaciones entre Cresson y François Mitterrand fueron más allá de lo estrictamente político.
La homosexualidad, según las declaraciones de Cresson a ABC, "existe más en la tradición anglosajona que en la latina". "Es un hecho de civilización", afirma. Cresson reitera también sus críticas al "expansionismo japonés" y declara que "la próxima víctima de Japón es Europa".
Los comentarios de la primera ministra son "abominables" e "insultantes" para los británicos y los japoneses, opina el senador centrista Jean Lecanuet. "Respetar al pueblo significa conservar una cierta dignidad en el lenguaje; el pueblo no desea la vulgaridad" dice el socialista Michel Vauzelle, presidente de la comisión de Exteriores de la Asamblea.
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