El público respondió en Madrid al concierto de Paul Simon
Aproximadamente 10.000 personas soportaron anoche estoicamente un sonidomediocre y una temperatura superlativa, y disfrutaron con una colección de canciones y ritmos atemporales, durante el concierto que ofreció en Madrid el cantante norteamericano Paul Simon. El público madrileño respondió a última hora y le dio buena entrada a una convocatoria que el día anterior no había conseguido las expectativas previstas en Barcelona, donde Simon sólo reunió a menos de 6.000 personas en el Palau Sant Jordi.El cantante subió al escenario del Palacio de los deportes de la Comunidad de Madrid cuando faltaban 15 minutos para las once de la noche. The obvious child, la canción que abre su último disco (The rythm of the saints), le sirvió para iniciar el recital. Vestido con un traje negro y una camiseta, la pareja de Arthur Garfunkel durante toda la década de los setenta pareció cómodo con sus músicos y seguro del repertorio que interpretaba. A sus 50 años aún parece disfrutar cantando en público: Madrid se convirtió en el concierto número 40 de Born at the right time tour, su actual gira europea.
El público estaba dividido entre los nostálgicos y los que lo han descubierto en su última época. Paul Simon se presentó acompañado por 15 músicos, una verdadera muestra íntercontinental (Brasil, Camerún, Suráfrica, Botswana y Estados Unídos) de los mejores instrumentistas.
Con un sonido confuso y poco brillante, debido a las malas condiciones acústicas del recinto, fueron sonando temas de todas las épocas de Paul Simon; la peculiar versión de Kodachrome, un lánguido She moves on, y el primero de sus varios temas previstos de su etapa con Garfunkel: Puente sobre aguas turbulentas. Piano, voz y mecheros para un canción que marcó a toda una generación. En los noventa, el público respondió con comedido entusiasmo.
