¡Que viene el mambo!
Los ritmos latinos y sus intérpretes vuelven a triunfar en Estados Unidos
En estos momentos se está ultimando el montaje de la película Los reyes del mambo, con Armand Assante y Antonio Banderas. El filme está basado en la novela de Óscar Hijuelos Los reyes del mambo tocan canciones de amor, que fue Premio Pulitzer del año pasado. Al mismo tiempo, las multinacionales del disco se disponen a reeditar los grandes éxitos del género, en especial las grabaciones del auténtico rey del mambo: Dámaso Pérez Prado. Todo está preparado para que el mambo irrumpa de nuevo en las salas de baile de todo el mundo.
La verdad es que desde que apareció, hace casi medio siglo, siempre ha constado en el repertorio de las grandes orquestas de baile. Más que una moda es un clásico de la música popular. Y ahora retorna con fuerza incontenible, vía Hollywood.El mambo es una consecuencia natural de la oleada latina en las listas de éxitos musicales de todo el mundo. Además de la novela de Hijuelos, otro libro prepara el camino de este renacimiento. Se trata de Mongo mambo, una colección de retratos realizada por el fotógrafo norteamericano Adal Maldonado y dedicada a los músicos afrocubanos y latinoamericanos. Maldonado explica así el impacto de la música latina: 'Lo hispano constituye actualmente un foco de atención en todo el mundo. Pero cuando las masas se acercan a una cultura, lo primero que la gente constata es la música, porque es universal".
En 1992 habrá sonido de mambo, que es producto de un mestizaje cultural: lo hispano, lo autóctono caribeño y antillano y los ritmos africanos. El mambo deriva principalmente de la rumba.
En la novela de Hijuelos se da esta versión de la simbiosis: "La rumba deriva del guaguancó, que se remonta a cuando los españoles llevaron por primera vez a Cuba ese estilo musical que se llama flamenco, y ese estilo español, mezclado con los ritmos que tocaban los esclavos africanos con sus tambores, es lo que dio origen a las formas más antiguas de la rumba.
Los esclavos que primero la bailaron, generalmente eran encadenados por la noche con grilletes en sus tobillos: cuando bailaban sus rumbas era siempre con mucho movimiento de caderas y moviendo muy poco los pies. Ésta es la auténtica rumba del siglo XIX, con tambores, voces y líneas melódicas españolas y africanas a un tiempo...
El mambo nació en los años cuarenta. Como baile es idéntico a la rumba, pero con mucho más movimiento de los pies, como si ya les hubiesen quitado las cadenas. Por eso, todo el mundo se vuelve loco cuando baila el mambo... Casi todas las orquestas tocan sus arreglos del modo siguiente: dividiendo las canciones en tres secciones. La primera es la cabeza de la melodía; la segunda es el coro, que es cuando todos los cantantes unen sus voces al unísono, y finalmente, el mambo o sección de rumba".
La vuelta al mundo
Dámaso Pérez Prado, el rey, fallecido en 1989, dio la vuelta al mundo con Cerezo rosa, Mambo 8, Caballo negro, Ruletero, Patricia, Mambo Jambo. Era un tipo fascinante, cuyos últimos años de vida estuvieron amargados por su hermano Pantaleón, que intentaba arrebatarle los derechos de autor. Era simpático, vertiginoso, locuaz, marchoso. Según recuerda Óscar Hijuelos, en el copeteo que seguía a sus actuaciones, Dámaso solía salir con frases como ésta: "¡Amigos, han de venir a hacerme una visita a México! Ya verán cómo nos lo pasamos en grande. Iremos a las carreras, a las corridas de toros, comeremos como príncipes y nos emborracharemos como el Papa".
En el escenario era un ciclón, "estaba ausente, en otro mundo, doblando el cuerpo como si fuera de goma, dando vueltas como un perro de presa, en cuclillas como un gato, abriendo los brazos como un árbol, elevándose como un biplano, corriendo raudo y veloz como un tren, avanzando a saltos como una piedra, dando brincos como un canguro... Y su rostro era una máscara de concentración, de convicción y de puro placer; un ser de otro mundo".
Cuando el mambo apareció, todas las grandes orquestas latinas que arrasaban en Estados Unidos lo acogieron con alborozo: Machito, Desi Arnaz (el Ricky Ricardo de la serie televisiva Te quiero, Lucy), Mario Bauza, Tito Rodríguez, Ernesto Lecuoria (gran compositor e intérprete con sus Lecuoría Cuban Boys), Mongo Santamaría, Tito Puente y sus Piccadilly Boys, Ray Barretto, óscar de León, Benny More, Eddy Palmieri, Xavier Cugat.
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