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Amnistia Internacional califica de "panorama de barbarie" la situación de los derechos humanos

Amnistía Internacional (Al) hizo público ayer su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo durante 1990, que ha calificado como un auténtico "panorama de barbarie". Al, nacida en 1961, cumple este año tres décadas de lucha por el respeto de los derechos humanos, aniversario en el que denuncia la hipocresía de la mayoría de los Gobiernos del mundo, que "defienden u olvidan los derechos humanos por consideraciones políticas" en palabras de José Manuel Paredes, presidente de la sección española de la organización.

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El año pasado se llevaron a cabo prácticas de tortura, encarcelamientos injustos o ejecuciones en 141 países. La organización afirma en su informe que si bien últimamente hubo avances en el respeto de los derechos humanos, simbolizados por la liberación del dirigente surafricano Nelson Mandela o la caída del muro de Berlín, las violaciones continúan. "Los Gobiernos del mundo han frustrado las esperanzas en relación con los derechos humanos", afirmó Paredes en la presentación del informe.En este acto, Al resaltó la negativa situación de Marruecos y expresó sus temores de que la armonización de las políticas fronterizas entre algunos países de Europa -acuerdo de Schengen- "pueda ir en detrimento de los derechos de los refugiados políticos".

Asia, el área del Pacífico y Oriente Próximo son las zonas donde peor trato han recibido los derechos humanos durante el año pasado. "Hemos visto con frecuencia que los derechos humanos eran relegados a la cola de los intereses comerciales y diplomáticos, y se convertían en víctimas de las conveniencias políticas", afirma el informe, que recoge detalladamente por países los abusos cometidos.

En relación con América Latina, Al destaca los "escuadrones de la muerte" -formados por fuerzas policiales y de seguridad- que han sembrado el terror por el continente, frente a la apatía mostrada por la mayoría de los Gobiernos. Estos grupos son muy activos en Brasil, Guatemala y El Salvador, mientras que en Perú y Colombia destacan las torturas y los desaparecidos en las operaciones anti-guerrilla. Sobre la pena de muerte, Al aboga por su eliminación e indica que 23 personas fueron ejecutadas en EE UU y 2.300 están sentenciadas a muerte en 34 Estados.

En Europa, Al se felicita de los vastos cambios experimentados en los países del Este con la liberación de numerosos presos políticos -"dos ex presos de conciencia fueron elegidos presidentes de Checoslovaquia y Polonia"- y una mayor libertad de expresión. Sin embargo, siguen produciéndose otras violaciones de derechos humanos, a menudo "en el contexto de conflictos étnicos o de demandas nacionalistas". Al denuncia la represión de la población albanesa en Kosovo (Yugoslavia), los 600 presos políticos en las cárceles de Albania y el asesinato de 30 armenios en Azerbaiyán (URSS), así como la práctica sistemática de la tortura en Turquía. Amnistía añade que aproximadamente en la mitad de los países de Europa, entre ellos Francia, Suiza y Grecia, siguió habiendo presos de conciencia, al encarcelarse a los objetores al servicio militar.

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Oriente Próximo es una de las zonas más castigadas, donde abundan las condenas y persecuciones hacia los grupos opositores. Al destaca la situación de Siria -miles de presos políticos- o Egipto, donde los simpatizantes de los grupos islámicos son arrestados al amparo de la ley de excepción. Durante 1990, en Israel y los territorios ocupados el ejército israelí mató cerca de 120 personas y fueron detenidos 25.000 palestinos, de los que 4.000 permanecen recluídos sin cargos ni proceso. La detención de opositores políticos es rutina en Irán -donde Al registró cientos de ejecuciones-, Bahrein, Jordania, Arabia Saudí y Libia. AI detalla 38 tipos diferentes de tortura efectuados por el ejército de ocupación iraquí en Kuwait y los arrestos indiscriminados, torturas y homicidios en este emirato una vez liberado. En Arabla Saudí, según Amnistía, cientos de yemeníes fueron torturados antes de ser repatriados a causa de la posición de su país en la guerra del Golfo.

En África continuaron produciéndose graves violaciones de derechos humanos, a pesar del optimismo que siguió a la liberación de los presos políticos en Suráfrica a principios de año y la abolición de,la pena de muerte en la Constitución de la recién independizada Namibia. Al destaca la persecución de la población negra en el sur de Mauritania y la matanza de 300 presos políticos como último acto del Gobierno saliente del Chad.

También Asia fue escenario de numerosas violaciones de los derechos humanos y en más de la mitad de los países está en vigor la pena de muerte. En Sri Lanka, millares de civiles fueron ejecutados o desaparecieron en el noreste del país, donde Ejército e independentistas tamiles se enfrentan en violentos combates.

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