Felipe González expresa su apoyo a las reformas políticas y económicas de Mijaíl Gorbachov

El presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, obtuvo ayer, en vísperas de la cumbre de los países industrializados en Londres, el apoyo vehemente del jefe del Gobierno español, Felipe González, quien respaldó la reforma estatal y política, así como la reforma económica emprendida por el líder soviético. González calificó de "decisivo" el papel desempeñado "personalmente" por Gorbachov en el lanzamiento de un proceso de cambio que "marcará un hito" en la historia.

El magnetismo personal entre los dos dirigentes, que ya se evidenciara en 1986 en Moscú y en 1990 en Madrid, resurgió ayer. Gorbachov, que calificó a González como "mi amigo", dijo que "muy a menudo" repasa la conversación que ambos mantuvieron en Madrid. "Nos acordábamos de usted y de su experiencia", explicó, "durante este invierno y primavera, particularmente alarmantes para nosotros, cuando nos costó mucho trabajo mantener el proceso de la perestroika en los marcos democráticos, constitucionales".Ambos líderes expresaron anoche su comprensión mutua en una cena de gala en una villa del barrio residencial moscovita conocido como las Colinas de Lenin. Con ella concluía la primera jornada en la capital soviética. Gorbachov, y también el jefe del Gabinete, Valentín Pávlov, repartieron el día entre el invitado español y los líderes de nueve repúblicas soviéticas que prepararon en la dacha de Novo-Ogoriovo, en las afueras de Moscú, una plataforma conjunta que dé a Gorbachov un respaldo ante la cumbre de Londres. El presidente de la URSS dio a conocer a González los elementos esenciales de la concepción que quiere presentar en Londres, a la que el llama el "concepto Gorbachov", según un portavoz gubernamental español. El líder de la URSS reúne en él "ideas muy concretas y muy claras".

Aunque España no es miembro del Grupo de los Siete, el apoyo brindado por González y el Tratado de Cooperación y Amistad hispanosoviético que se firma hoy refuerzan la posición internacional del líder soviético, que atraviesa un delicado momento en su país, preso de la crisis económica y de un proceso de redefinición como Estado. El tono de respaldo empleado por González anoche coincidía con el adoptado por el canciller alemán Helmut Kohl el domingo pasado en Kiev.

Motivo recurrente

La situación en Yugoslavia fue un motivo recurrente, ya que surgió tanto en las entrevistas matutinas de Gorbachov y González, por una parte, como en las de los ministros de Exteriores, Alexandr Besmertnij y Francisco Fernández Ordóñez, por otra, y también en la cena. Aquí, el presidente del Gobierno español dijo que "aunque sea cierto que unos pueblos no pueden ser obligados a vivir juntos contra su voluntad, no es menos cierto que esta voluntad sólo puede aceptarse si se mani lesta mediante el diálogo pacífico, con el común acuerdo de las partes y en el marco jurídico previamente pactado". Gorbachov contrapuso las tendencias de integración en Europa con el "nacionalismo y separatismo destructivo" orientado hacia el pasado, y se mostró muy preocupado por la crisis yugoslava. Ambos líderes tuvieron una "coincidencia muy amplia de puntos de vista" sobre esta crisis y se mostraron partidarios de "posiciones claras", manifestó un representante gubernamental español.

Por la mañana, Gorbachov y su esposa, Raisa, dieron la bienvenida al presidente González y su esposa, Carmen Romero, en el edificio del Sóviet Supremo (parlamento) de la URSS, el mismo donde ambos dirigentes se entrevistaron a continuación. Aunque había sido planeada para dos horas, la entrevista duró 45 minutos más de lo previsto y tuvo lugar en una sala iluminada con una lámpara de lágrimas. Alrededor de una mesa oval de madera clara se sentaron, además de Gorbachov y González, Anatoli Chernaiev, consejero del presidente soviético y José Pons, director General de Relaciones Internacionales de la Presidencia del Gobierno español.

En el conjunto de países de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), España y Francia se distinguen por anteponer el concepto de la integridad territorial al de autodeterminación.

Ayer, González y Gorbachov coincidieron en que tanto el Acta Final de Helsinki como la Carta de París deben interpretarse globalmente. Los perfiles de este mundo que se encuentra en plena evolución no están "claros", dijo González.

"Nosotros preferimos que Yugoslavia conserve la integridad de su territorio y su unidad como país", señaló el ministro de Exteriores de la URSS, Alexandr Besmertnij, tras conversar conFernández Ordóñez. España, dijo el ministro a EL PAÍS, también parte de estas posiciones, que fueron aprobadas en el Consejo de Ministros de Exteriores de la CSCE en Berlín.

Los ministros acordaron seguir departiendo sobre la situación en Yugoslavia. Moscú mantiene "estrechos contactos" con la dirección yugoslava y con los dirigentes de Croacia y Eslovenia, señaló Besmertnij.

El enviado especial del Kremlin, el primer viceministro de Exteriores de la URSS, Yuri Kvizinski, ha visitado las dos repúblicas independentistas yugoslavas e informará de sus impresiones a Moscú, señaló Besmertnij.

Los jefes de la diplomacia de los dos países firmaron dos acuerdos bilaterales que fijan la colaboración en materia de. medio ambiente e intercambios juveniles, respectivamente.