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De la seguridad a la pobreza

Milagros Pérez Oliva

Desde mediados del año pasado, la pobreza alcanza en Polonia al 40% de la población, cuando hace apenas una década apenas afectaba al 10%. En Checoslovaquia, el 62% de la población vive en el límite de los mínimos de subsistencia.En varios países, el consumo de alimentos básicos, como la leche y el pan, ha caído drásticamente en los últimos meses y comienzan a apreciarse entre los niños los nefastos efectos de la desnutrición. En la Unión Soviética, el brusco incremento de precios de mayo pasado (entre el 70% y el 150% de aumento) ha condenado a la penuria al 40'Y,, de las familias.

En la ciudad polaca de Lodz, de las 218 guarderías que había en 1990 quedan apenas un centenar y el coste de mantener un niño en una de ellas se lleva el 20'/o de los ingresos de una familia de técnicos en la que trabajen los dos progenitores. La alimentación se llevará otro 60'Y,, de los ingresos de esta familia. En los hospitales escasean los medicamentos y es dificil encontrar insulina.

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Mortalidad infantil

Los índices de mortalidad infantil se han disparado al alza. En la Unión Soviética mueren ahora 44 niños de cada 1.000 nacidos vivos, en Rumanlía 48, en Checoslovaquia 26, en Hungría y Polonia 31 y en Bulgarla 28, cuando en la vecina Austria mueren 16 y en Finlandia, que es el país con menor tasa, sólo mueren tres de cada 1.000 nacidos. "Nuestros niños y nuestros jóvenes ingieren la mitad de las proteínas que necesitan y el país no produce suficientes ver dudas y legumbres", afirma Chernozemski.

En diciembre pasado había en Polonia 1,4 millones de parados, el 15% de la población activa. En el resto, donde los efectos de las reformas aparecen algo más tarde, el número de parados no alcanza esas magnitudes, pero la tendencia es idéntica: 600.000 personas se han quedado sin trabajo en Bulgaria en los tres primeros meses de este año.

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